El local, donde trabajaban unos diez empleados, dejó de atender al público el jueves y el fin de semana hubo una masiva mudanza de todo el escaso stock remante de electrodomésticos y equipos de audio que quedaba en el salón de ventas.
Hoy solo se observaban estanterías vacías, papeles retorcidos y esparcidos en el suelo como si alguien los hubiera arrojado por bronca, en tanto que en las vidrieras y en una persiana se colocaron varios.
Algunos anuncian oficialmente el “cierre definitivo” y otros comunican a clientes una dirección de transferencia electrónica para cancelar cuotas de créditos especiales.
También aquí se les habría depositado a los empleados que quedaron cesantes el 25 % de los salarios adeudados, pero hasta hoy los mismos no se manifestaron púbicamente y la noticia se fue conociendo por redes sociales.
Claro está que esta ingrata noticia era algo previsible porque ya se sabía que la empresa había anunciado que cerraría prácticamente la mitad de sus cuatrocientas sucursales en todo el país para reducir la deuda con sus acreedores en medio de la peor crisis económica de su historia debido a la brusca reducción de ventas.
Por ello, en Caleta Olivia se cerrará la sucursal y los empleados dan cuenta que sólo se les pagó el 25% del sueldo, pese a haber trabajado normalmente. (El Diario Nuevo Día)