Independiente, tras un martes negro, cuando se quedó sin presidente, ahora el equipo, que sigue con técnico interino, perdió 1-0 en la siempre difícil visita al Gigante de Arroyito para llegar a 10 partidos sin triunfos en el torneo de la Liga Profesional de Fútbol. De gran campaña, Rosario Central fue superior, aunque sufrió en el final, para quedar tercero en la 11ª fecha del campeonato.
Pedro Damián Monzón, como DT interino del Rojo, casi gritó gol con la chance perdida por el experimentado Martín Cauteruccio en el inicio del duelo, tras una pelota peleada por Mateo Barcia. Como suele ocurrir en el fútbol, tras una ocasión perdida, llega una del rival y se sufre.
Mala salida del Rojo y, a los 23 minutos de juego, el colombiano Jaminton Campaz se encargó de abrir la cuenta para Central, tras una precisa combinación ofensiva con Ignacio Malcorra -ex Comisión de Actividades Infantiles-, convirtiendo así su primer tanto en el Canalla.
Siguió buscando el anfitrión, el dueño del choque en el Gigante de Arroyito. Prendido arriba en la pelea, el Central conducido por Miguel Angel Russo estiró su invicto de local a 12 encuentros y se puso tercero en el torneo de la Liga, a tres puntos del líder, River Plate, que tiene un partido menos.
Tras el empate en el clásico con Newell’s, volvió a mostrarse firme Central, pese al sufrido cierre. Ante sus hinchas, aprovechó su regularidad y el envión anímico y que el Rojo está impreciso, con fallas evidentes a la hora de los pases y de tomar decisiones importantes. Cara y ceca, frente a frente en la noche rosarina.
Siguió intentando Independiente, pero sin juego asociado, con algunos intentos individuales que no tuvieron rédito. Así y todo, dispuso de su oportunidad más notoria a los 23 minutos de la segunda etapa, cuando desbordó Mauricio Cuero por la derecha, tiró el centro y Javier Vallejo se perdió un gol increíble, solo ante el arco de Jorge Broun, para cabecear directo al palo derecho. Ya en el rebote, le pegó desviado, muy alto. La muestra del durísimo presente, sin dudas.
Y perdió otra el Rojo, tras el tiro de Matías Giménez, entrando al área chica, atajado impecablemente por Broun, a siete minutos del desenlace, para delirio de sus hinchas. Acto seguido, en una acción con varios rebotes, Cauteruccio convirtió pegado al arquero y conseguía el teórico empate, a los 42, ya sin más tiempo para intentar más, aunque el juez acudió al VAR y se lo anuló por posición adelantada.
El final en Rosario fue pura alegría para los ’canallas’ y toda desazón para la visita. Juego de opuestos, sin dudas.