En esa instancia, el defensor reclamó la absolución de su pupilo tras considerar que existe orfandad probatoria y considera que debe aplicarse el beneficio de la duda.
En su presentación señaló que la versión del único testigo presencial no pudo ser sostenida con el resto de la prueba que se presentó en el debate, destacó que el resto de los testigos son todos de oída, es decir que reproducen lo que otro les dijo. También cuestionó la forma de valorar la prueba por parte del tribunal de juicio y pidió, para el caso de que entienda que corresponde una condena, que se extraiga el agravante del artículo 41 bis.
A su turno, la fiscal general Cecilia Codina pidió que se confirme la sentencia en todos sus términos y se mantenga la prisión preventiva de Misael Henríquez.
Tras escuchar a las partes, el tribunal pasó a deliberar y esta mañana dará a conocer el veredicto de segunda instancia.
EL HECHO
Se debe recordar que el hecho, según el relato de la Fiscalía, ocurrió el día 28 de junio del año pasado, aproximadamente a las 22:30, en circunstancias en que Carlos Javier Muñoz Villagra se encontraba caminando junto a dos amigos por calle Federicci al 1.700. Al lugar arribaron Henríquez y Gallardo, ambos portando armas de fuego. Henríquez, sabiendo lo que hacía y con claras intenciones de darle muerte, efectuó varios disparos con un arma de fuego contra la humanidad de Muñoz Villagra. En tanto que Gallardo, ante la indicación de Henríquez que le disparara a los restantes, disparó contra los dos amigos de la víctima quienes lograron huir del lugar, a uno de los cuales le provocó una lesión leve de arma de fuego en el muslo derecho. Gallardo, con su accionar, ahuyentó del lugar a los dos testigos presenciales y amigos de la víctima a los fines de evitar que ambos ayudaran a ésta, posibilitando de esta manera que Muñoz Villagra, quien no podía correr, quedara solo en el lugar a expensas de Henríquez que le seguía disparando.
En el juicio, Gallardo resultó absuelto y Henríquez condenado a 15 años de prisión. El tribunal absolvió a Rodrigo Gallardo por orfandad probatoria, beneficiándolo con la duda.