A la crisis del consumo de opioides y el uso cada vez más común y masivo del fentanilo en Estados Unidos, una nueva sustancia que amenaza a la salud humana puso en alerta a las autoridades sanitarias de ese país.
Se trata de la xilacina, un anestésico utilizado por veterinarios en el ámbito animal que ha comenzado a producirse ilegalmente en conjunto con el fentanilo y la heroína, y que ha provocado distintas llamadas de atención por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU.
Según el Instituto de Abuso de Drogas de EEUU, la xilacina es un sedante veterinario no opioide que no está aprobado para el consumo humano y que se ha vinculado con una cantidad creciente de muertes por sobredosis en todo el país en el marco de la crisis de drogadicción y sobredosis, en constante evolución. Y marca que hay estudios que indican que las personas expuestas a la xilacina con frecuencia la consumen, con o sin conocimiento, en combinación con otras drogas, especialmente fentanilo ilegal.
“También conocida como tranq, la xilacina es un depresor del sistema nervioso central que puede causar somnolencia y amnesia y reducir el ritmo respiratorio, el ritmo cardíaco y la presión arterial a niveles peligrosamente bajos. Consumir opioides en combinación con xilacina y otros depresores del sistema nervioso central —como el alcohol o las benzodiacepinas — aumenta el riesgo de una sobredosis potencialmente fatal”, explicaron desde el instituto estadounidense.
El jefe de toxicología del Hospital Fernández, Carlos Damin, detalló a Infobae que la xilacina es un sedante utilizado para animales de gran porte, normalmente usado en veterinaria. “No hay ningún lugar del mundo que lo tenga probado para seres humanos. El problema es que se lo utiliza en forma clandestina o ilegal, asociado habitualmente a otros opioides porque potencia el efecto sedante de éstos y estimula un poco el efecto euforizante”, indicó el experto.
“En Estados Unidos básicamente se lo utiliza mucho asociado al fentanilo o también a la heroína. La xilacina es un medicamento sedante de mucho tiempo en uso veterinario que no ha demostrado utilidad real en humanos y por eso no ha sido utilizado. Pero ahora se lo ha utilizado en asociación a otras sustancias. Y lo que hace es potenciar los efectos y por ende también potenciar los efectos nocivos para la salud porque produce una depresión importante del sistema respiratorio, que es lo que puede provocar el paro cardíaco. Esta situación es una de las causas de muerte en los consumidores de fentanilo o de heroína. Y con el efecto potenciador de la xilacina, el problema de los efectos letales también ocurren”, destacó Damin.
Y agregó: “Es habitual que los que nos dedicamos a la prevención y al tratamiento de los consumos problemáticos de sustancias remarquemos y destaquemos mucho como política de reducción de riesgo el recomendar la no utilización nunca de sustancias asociadas”. Para Damin, siempre la asociación de sustancias genera efectos mucho más nocivos en la salud: “Mezclar siempre dos sustancias como alcohol con éxtasis, alcohol con cocaína, cocaína con heroína, y ahora fentanilo con xilacina, genera efectos mucho más nocivos para la salud que una sola sustancia, que también lo produce. Pero combinado es peor y genera más riesgo de muerte”.
Por su parte, el doctor Francisco Dadic (MN 125795), médico especialista en medicina interna y toxicología, coincidió, en diálogo con Infobae, que la xilacina es un anestésico que se utiliza con fines veterinarios para la sedación, pero que consumido asociado con fentanilo, un derivado opioide como la heroína, genera una depresión del sistema nervioso central.
“Este medicamento en animales produce necrosis y ulceraciones en las extremidades. También inflamación y daño local donde se aplique. Ahora vemos que se lo utiliza en combinación con el fentanilo para estirarlo y darle más volumen, lo que provoca una mayor producción y ganancia, seguramente”, comentó el experto toxicólogo del Hospital Durand y la clínica Trinidad.
EFECTOS LETALES
La xilacina es el principio activo de un fármaco veterinario, XylaMed, aprobado por la FDA en 1972 para uso como analgésico y sedante para animales. Su empleo no está recomendado para humanos. Pero entre 2020 y 2021, su presencia en exámenes forenses creció un 1127% en la región del Sur de Estados Unidos.
La droga, conocida como ‘tranq’ o ‘tranq dope’ cuando se corta con heroína y fentanilo, puede reducir peligrosamente la respiración y el ritmo cardíaco. De acuerdo con sus hallazgos, publicados en la revista científica ‘Journal of Forensic and Legal Medicine’, los efectos de la xilacina junto con heroína, fentanilo y cocaína son letales. Si se inyecta directamente en el torrente sanguíneo de la persona, reduce la necesidad de volver a drogarse, pero puede provocar la formación de grandes úlceras cutáneas abiertas y necrosis. Es una de las conocidas como droga zombi. En sus peores manifestaciones pueden desembocar en amputaciones y paradas respiratorias.
La primera alerta llegó el 8 de noviembre de 2022, cuando la FDA, emitió un comunicado alertando a los profesionales sanitarios del creciente aumento de la xilacina en las sobredosis de drogas ilegales que se producen en todo el país, con una prevalencia del 7% del total de muertes por sobredosis en Estados Unidos. En algunos estados, la prevalencia llegaba al 26%.
“En 2022, los datos provisionales indicaron que más de dos tercios (68 %) de las 107.081 muertes por sobredosis de drogas notificadas en los Estados Unidos involucraron opioides sintéticos distintos de la metadona, principalmente fentanilos fabricados ilícitamente (IMF). La xilazina, un sedante no opioide no aprobado para uso humano y sin antídoto conocido, se ha detectado cada vez más en productos de IMF en el suministro de medicamentos de EEUU y en muertes por sobredosis relacionadas con IMF. Estudios limitados sugieren que la xilazina puede causar depresión del sistema nervioso central, depresión respiratoria, bradicardia e hipotensión en humanos”, explicaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU.
“Entre 21 jurisdicciones estudiadas en el país, el porcentaje mensual de muertes relacionadas que combinan fentanilo con xilacina aumentó un 276 % desde enero de 2019 (2,9 %) hasta junio de 2022 (10,9 %). Durante enero de 2021 a junio de 2022 en 32 jurisdicciones, se detectó xilazina en un porcentaje más alto de muertes relacionadas”, destacaron los CDC.
El doctor Rahul Gupta, director de la Oficina Nacional para la Política de control de Drogas de la Casa Blanca la calificó como la nueva “amenaza emergente” para la salud pública de los estadounidenses. Este año, la Administración del presidente Joe Biden lanzó un Plan de Respuesta Nacional para hacer frente a los letales efectos de esta sustancia que es letal cuando se combina con el fentanilo, un potente opiáceo que es responsable de las dos terceras partes de las 110.000 muertes que hubo aproximadamente por sobredosis en 2022, y que constituyeron un récord histórico.
Y concretamente respecto a la xilacina, si bien no se conoce el alcance total de las muertes por sobredosis relacionadas con esta sustancia en EEUU, las investigaciones indican que las muertes por sobredosis vinculadas con la xilacina se han desplazado hacia el oeste del país, y que la región más afectada es el noreste. Entre 2015 y 2020, el porcentaje de todas las muertes por sobredosis de drogas en las que hubo presencia de xilacina aumentó del 2% al 26% en Filadelfia. La xilacina estuvo vinculada con el 19% de todas las muertes por sobredosis de drogas en Maryland en 2021 y con el 10% en Connecticut en 2020.
En caso de sospechar una sobredosis de xilacina, los expertos recomiendan administrar naloxona, el fármaco utilizado para revertir las sobredosis de opioides, porque la xilacina con frecuencia se combina con opioides. Sin embargo, dado que la xilacina no es un opioide, la naloxona no controla el efecto que tiene la xilacina en la respiración. Por ese motivo, los expertos manifiestan preocupación por el hecho de que la prevalencia creciente de xilacina en la provisión de opioides ilícitos podría reducir la eficacia de la naloxona en ciertas sobredosis.
Fuente: Infobae