Según el doctor Esteban Padullés-Roig, médico estomatólogoo en IOIB Dr. Padullés-Puig, el abuso de sustancias blanqueantes puede provocar irritaciones "severas" en las encías, paladar y garganta, así como daños en la matriz del esmalte y la pérdida del mismo. También puede afectar a la pulpa dental de forma "irreversible", así como cambios en la lengua y en la percepción del sabor.
Además, Padullés-Roig asegura que el blanco absoluto no existe y que el tope de color lo pone el diente "y no el paciente o el dentista", por eso, por más que el paciente insista con procedimientos de blanqueamiento el tiempo no se va a "blanquear más".
De hecho, advierte que el color obtenido después de un tratamiento "tiende a revertir". En ese caso sí es posible repetir el procedimiento una vez al año para mantenerlo.
EL RIESGO DE LA BLANCOREXIA
"La blancorexia afecta por igual a hombres y mujeres y debemos estar alerta en la consulta para reconocer el problema en su fase inicial y reconducirlo a tiempo. Un signo para detectarla se produce cuando el paciente solicita reiteradamente sesiones de blanqueamiento con peróxidos. Además, cuando el experto se niega a realizar más sesiones de blanqueamiento, puede que el paciente con blancorexia compre productos blanqueadores por su cuenta, sin supervisión, lo que puede traer consecuencias fatales", indica Padullés-Roig.
Y es que, el procedimiento para blanquear consta de sustancias químicas que sensibilizan al diente, por lo que debe existir un intervalo de tiempo entre las sesiones, según las indicaciones del profesional, y se suelen acompañar con aplicaciones de flúor.
"Para lograr un resultado efectivo y rápido, pueden requerirse una o dos aplicaciones de peróxidos de hidrógeno. También pueden blanquearse los dientes de forma ambulatoria con geles generalmente de peróxido de carbamida que se aplican con férulas o guardas oclusales blandas provistas por el dentista, y bajo su supervisión. Es recomendable asistir siempre a clínicas especializadas para evitar daños en nuestra boca y así conseguir el efecto deseado", ha enfatizado el experto.
Según el odontólogo, la blancorexia requiere un tratamiento psicológico y una atención "especial" por parte de los profesionales, con el fin de conseguir evitar que la "publicidad engañosa" o la moda impulsada por algunos famosos hagan creer a la gente que es posible alcanzar un "ideal imposible".