La primera niña trans con DNI en la Patagonia

"Mamá, yo no soy más Martín, y si me volvés a decir así no te voy a contestar. Soy María", así se plantó a los tres años frente a su madre la primera niña trans en obtener su DNI en la provincia de Neuquén y en toda la Patagonia.

Desde los dos años se autopercibía como nena, jugaba con muñecos a los que convertía en princesas y no dudaba en referirse a sí misma como una niña.

Sus papás tomaban estos comportamientos sin prejuicios y la dejaban ser, hasta que un día se dieron cuenta de que pasaba algo más y de que debían escuchar atentamente los sentimientos de su pequeña.

Su mamá se acercó a la escuela para hablar con su maestra, pero ella no notaba nada extraño en su comportamiento en el aula. Fue su pediatra la que le recomendó que vieran a un psicólogo.

Pero, aunque aquella profesional primero les dijo que los iba a ayudar, después cambió de opinión y diagnosticó que su hijo sufría de disforia de género y que debía hacer un tratamiento porque sus genitales eran masculinos.

Tanto Sebastián, su papá, como Laura, su mamá, lo primero que hicieron fue interiorizarse sobre la infancia trans. Rápidamente se conectaron con Gabriela Mansilla, la madre de Luana, la primera niña trans del país en obtener su DNI. Fue ella la que les confirmó que tenían una hija trans.

"Este cuerpo no es mío, este pito no es mío. Quiero que vayas a mi jardín y le digas a mi señorita y a mis compañeros que yo soy una nena", exigió la pequeña. Con determinación ante lo que veía frente al espejo, María empezó a dejar de lado su ropa de varón y disfrutaba de verse con pelucas que su propia mamá le confeccionaba.

EL CAMINO PREVIO AL CAMBIO

Un día el DNI de María estaba sobre la mesa del comedor. Ella lo vio y aseguró que no le pertenecía, que no era ella la de la foto. Así, sus papás comenzaron el camino para brindarle una nueva identidad.

Cada uno fue a una oficina del Registro Civil pero no encontraron respuestas. La mamá recibió un "desafío" de parte de un empleado: "Animate a cambiarle el DNI a tu hijo". El papá sólo encontró dudas sin respuestas de cómo debían hacer.

Fue ahí cuando recurrieron a la Dirección Provincial de Diversidad que dirige Adrián Urrutia. Desde allí comenzaron a realizar todo lo necesario para darles la información que necesitaban, el apoyo psicológico y la asistencia jurídica para concretar el renacer de su pequeña.

En total reserva, los papás tuvieron reuniones con el director provincial de Registro Civil, Santiago Núñez, y el subsecretario de Gobierno y Justicia, Juan Pablo Prezolli. También intervinieron abogadas y psicólogas del área de Minoridad y Familia del Ministerio de Ciudadanía y todos coordinados desde la dirección a cargo de Urrutia.

Finalmente, y luego de una última reunión que se realizó en Casa de Gobierno, la pequeña logró tener una nueva acta de nacimiento con la que tramitó su documento de identidad.

El caso de María fue el primero en la provincia y generó un trabajo en conjunto con diferentes áreas de gobierno desde donde se garantizó el cumplimiento de los derechos de la menor y su resguardo físico y moral. Según la Federación Argentina LGBT, también es el primer caso en la Patagonia.

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