"Estamos todos deshechos; sus padres, hermanos y amigos. Como madre sólo tengo cosas buenas para decir de mi hijo porque era la persona más buena y ahora estamos muertos en vida", sostuvo Josefa Moreno al hacer uso de la palabra ayer que le ofreció el presidente del tribunal, Mariano Nicosia, tras haber sido oídos los alegatos de los acusadores. Con ello se dio por finalizada la décimo tercera jornada de juicio oral y público por el homicidio de Domingo Expósito Moreno, ocurrido el 25 de junio de 2014.
Tal como lo adelantó El Patagónico, los alegatos de las partes fueron iniciados por los acusadores y en primer lugar lo hizo el fiscal general, Adrián Cabral, quien a lo largo de dos horas hilvanó testimonios, mensajes e indicios de personalidad para reforzar su hipótesis sobre el crimen.
LA HORA DEL HOMICIDIO
A su entender, a lo largo del debate quedó acreditada la materialidad y la autoría del hecho, el cual aseguró que se produjo entre las 22:10 y 22:20 del 25 de junio de 2014, cuando Carolina Gayá y Domingo Expósito Moreno arribaron al departamento que ocupaban en Santa Cruz 590, frente al cual advirtieron la presencia de un Volkswagen Gol de color gris que ya habían visto estacionado en inmediaciones de la casa de la acusada.
"El auto estaba en marcha, con sus luces apagadas y del lado del conductor bajó una persona de 1,8 metros, robusta, vestida de negro, con su rostro cubierto y a la cual se le veían los ojos; quien tomando el arma con sus dos manos efectuó 5 disparos contra la humanidad de Expósito Moreno y luego se marchó del lugar en el vehículo del cual se bajó", sostuvo el fiscal para referirse a la materialidad y autoría en poder de Solís, sobre quien sostuvo que "tiene una personalidad con rasgos de carácter narcisista y obsesivo. Puede ser manipulado y tiene baja tolerancia a la frustración y es muy impulsivo".
El fiscal también hizo referencia al auto utilizado y afirmó que el mismo fue comprado un mes antes del hecho, recordándole al tribunal el testimonio de la vendedora, quien aseguró que el auto que vendió era verde y lo compró Solís, quien llegó a buscarlo con un mujer que le dijo que el auto era para ella.
En su alegato el fiscal afirmó que el autor del crimen fue Solís e indicó que existe "prueba indiciaria, testigos de oída y la ubicación en el lugar a través del satélite del celular". También dijo que sus características físicas son coincidentes.
En cuanto a Kesen --con quien la víctima tuvo una hija en España y por la cual existía una causa por restitución--, sostuvo que la conflictividad de la pareja comenzó en España y Kesen trajo de forma ilícita a su hija, razón por la cual el papá inició el trámite de restitución internacional. Al respecto se refirió a todo el proceso judicial que se llevó a cabo en nuestro país y que concluyó en que la niña debía regresar a su país de origen con su padre y acompañada de su madre para resolver allí el drama familiar.
Para el fiscal, la acusada no tenía intenciones de viajar a España y fue la instigadora del homicidio del padre de su hija.
Por su parte el querellante, al igual que el fiscal, pidió que condenen a Solís como autor material bajo la figura de alevosía y agravado por el uso de arma de fuego, mientras que para Kesen solicitó que sea declarada culpable bajo la figura de instigadora.
Tras escuchar a las partes del proceso y a la madre de la víctima, el tribunal -que se completó con los jueces Jorge Odorisio y Daniela Arcuri-, pasó a un cuarto intermedio hasta hoy a las 8, ocasión en la que se escucharán los alegatos de los defensores de Nadia Kesen –Guillermo Iglesias— y la defensora pública, Lucía Pettinari, quien representa a Sergio Solís.
- 27 septiembre 2016