Mario Rodríguez obtuvo el 8° puesto en los 8K Cross del Mundial de atletismo Master

El comodorense construyó su puesto sobre un total de 300 deportistas que compiten en la ciudad francesa de Lyon. Si bien le cuesta el cambio horario, el referente de Treno y alumno de Nazario Araujo siente que su rendimiento va en crecimiento y consolida el pensamiento de retornar con una medalla y el deber de haber dejado todo en Europa.
por Angel Romero

Una largada amplia, que a los 200 metros se vuelve un embudo para entrar en una zona boscosa – donde todo se cierra en un sendero de 4 metros de ancho- marcó el paisaje de Mario Alejandro Rodríguez en el primer desafío de 8K Cross que tuvo lugar en Lyon, Francia, donde el comodorense finalizó 8° sobre 300 corredores de distintas partes del mundo.
A pesar que el camino se hace angosto, el alumno de Nazario Araujo y referente del Team Treno no desiste, y con paso firme logra darle las cuatro vueltas al circuito de 2 kilómetros para finalizar entre los diez primeros.
Luego sobre la medianoche, y donde trata de adaptarse al cambio de horario brinda desde el hotel su primer balance para El Patagónico, de un viaje que marca un final de ciclo para él.
"La verdad es que es un orgullo ser partícipe de esto. Que es una realidad distinta a Brasil. El nivel es excelente, y contamos con España, Francia, Polonia e Italia con sus mejores atletas master. Los 30 grados y la humedad le suman nivel a la competencia", sostiene Mario.
De esta manera, con una buena incursión en el Mundial de Atletismo Master, que finaliza el 11 de agosto, Rodríguez sostiene que el próximo desafío es ser parte de los 10 mil metros.
"Termine bien el primer desafío y creo que mi rendimiento va a ir de menor a mayor. Aunque me cuesta mucho el cambio horario y me duermo muy tarde. Pero son detalles. Es más, cuando corría pensaba simplemente en dar lo mejor; entregar todo y llegar lo más adelante posible, porque el sueño es volver con una medalla; y saber que deje todo. Y en estos días se me vienen a la mente todas las situaciones por las que pase antes de llegar a esta competencia", expresa.
Un día típico en Lyon, lo encuentra a Mario levantándose a las 7:30 para luego del desayuno y un pequeño descanso ir a entrenar. Luego viene el almuerzo y nuevamente a descansar. De ahí alguna recorrida por algún lugar de Lyon. Y el retorno a los trabajos para cerrar con la cena.
En tanto que en las palabras de Mario solo hay un agradecimiento eterno para quienes lo apoyaron en este objetivo.
"Simplemente quiero agradecer a todas las personas que hicieron posible que yo esté en este Mundial. Y uno muy especial a mi maestro Nazario Araujo que sin su conocimiento, apoyo y sostén yo no hubiese tenido mi carrera atlética", sentenció desde Francia.

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