Marta Alanis: "las católicas también abortamos"

Tiene 69 años y desde 1993 está al frente de la Asociación Católicas por el Derecho a Decidir, una agrupación religiosa y feminista que se puso al frente de la discusión por el aborto legal seguro y gratuito.

Entre los argumentos que utilizan las personas en contra del aborto está la cuestión de cuándo comienza una vida. Para la jerarquía de la Iglesia es desde el momento de la concepción y esa justificación es suficiente para oponerse a la legalización del aborto. Así condenan a las mujeres que deciden abortar ya sea a seguir con sus embarazos no deseados, darlos en adopción o arriesgar su vida al exponerse a los abortos clandestinos.

Sin embargo, existe un sector de la Iglesia que no comparte esos preceptos y entiende que la legalización del aborto es la única manera de luchar por la vida.

Marta Alanis fue una de las fundadoras de la Asociación de Católicas por el Derecho a decidir, una organización feminista y religiosa que cree que el aborto legal, seguro y gratuito, es la única manera de terminar con la muerte de cientos de mujeres que arriesgaron y perdieron su vida por querer decidir sobre sus propios cuerpos.

“Defender la vida no es solamente defender sólo la vida del embrión. Defender la vida implica también generar las condiciones para que la vida después de nacida, sea posible y tengan igualdad ante la ley, y puedan ir a la escuela, salud, etc”, contó en una entrevista a minutouno.com.

- Como católica, ¿cuál es la crítica que le hace a la jerarquía de la Iglesia?

El aborto es clandestino por la gran oposición de la Iglesia católica a que se hable claramente de estos temas. La Iglesia se mostró en contra de la ley de salud sexual reproductiva, a la de educación sexual integral y ahora piden por ambas. Si el aborto no es legal, es clandestino y las mujeres que quieren interrumpirlo no cesan en su decisión porque sea clandestino. Lo hacen y mueren o tienen complicaciones de por vida.

- El argumento más fuerte de la Iglesia es que hay vida desde la concepción, ¿cuál es su opinión?

No todos los católicos y católicas somos exactamente igual. Las mujeres católicas también abortan y la condena que se le hace a la mujer que interrumpe un embarazo es extremadamente alta. El aborto en muchas oportunidades tiene que ver con una cuestión de responsabilidad ante el proyecto de vida y sus hijos ya nacidos. Hay vida humana en el embrión, hay una vida potencial, pero no es comparable con una vida ya nacida.

- ¿Cuál es su posición sobre el pedido de separar al Estado de la Iglesia?

El Estado tiene que ser laico y la iglesia no debe incidir en las políticas del Estado. Eso ya lo dijo el Papa Francisco, también. Para la Iglesia y el Estado es saludable la separación.

La separación Iglesia-Estado es un gran reclamo de la democracia, es una gran deuda para la secularidad, para que se tengan en cuenta otras personas, hay judíos, musulmanes, de diferentes credos, ¿por qué tienen que vivir bajo las creencias de la religión católica’. Es como si nos quisieran imponer un modo de ser que no es el nuestro. No se pueden seguir los dictámenes de una religión.

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