No le dan respuestas y además la censuran

Luego de contar su caso ante El Patagónico, M. fue advertida -igual que otros padres, madres y abuelos- de que era contraproducente hacer pública su demanda, más allá de que jamás se brindan nombres. Señaló que cuando iba a revincularse con su hija, "sorpresivamente" no lo pudo hacer.

En marzo, M. denunció a la jueza de Familia, Guillermina Sosa, aduciendo que "le pidió al hospital que no se involucre más en el caso". La mujer aseguraba que no tuvo un brote psicótico, como afirman quienes le impiden tener contacto con su hija. Además, afirmó que el padre de la nena fue denunciado por abuso sexual contra la menor.

Pero no solo no obtuvo respuestas, sino que fue intimidada por la Justicia de Familia de Comodoro luego de dar su testimonio ante El Patagónico. Es que M. tenía la esperanza de empezar el proceso de la revinculación con su hija cuando “sorpresivamente”, tras la denuncia pública, le dictaron otra medida cautelar.

“Me cortaron hasta la comunicación; no puedo siquiera llamarla por teléfono”, expresó después de que hiciera público su caso. Al tiempo me volvieron a informar de que no podía ver a mi hija”, denunció.

“Después de la nota sí me contestaron; la terapeuta dio un informe de que todavía no estaban las condiciones para que obtenga la revinculación”, afirmó.

“Quedó todo ahí, sigue igual que siempre. No cambia nada”, sostuvo la madre, mientras sostiene que su hija “está siendo amenazada, inducida, no me quiere ver. En realidad tiene que salir todo a la luz para que yo esté con mi hija”.

Agregó la madre que “no puedo acercarme al jardín, estando a pocas cuadras de mi casa. Trato de estar tranquila y enfocarme en estar bien y seguir insistiendo hasta que pueda revincularme con mi hija”.

Dijo que “ahora ya son tres meses y me parece injusto el hecho de avalar lo que dice la otra parte todo el tiempo porque tienen que escuchar a una. Y todas estas personas que están pasando por lo mismo. La Justicia no se fija en ellos; hay que Investigar y estar de este lado. Yo no entiendo por qué tanto tiempo uno tiene que estar esperando o seguir insistiendo. Yo lo voy a seguir haciendo”.

EL CASO

Se van cumplir más de nueve meses de que M. no ve ni tiene noticias de su hija, luego de que fuera denunciada (“falsamente”, asegura) de haber tenido un brote psicótico. Le dictaron una medida cautelar en la última audiencia y desde ese día no ve a su hija.

“La tía fue a reclamar a mi hija. A último momento me dijeron que se iba a ir conmigo y cuando entró la tía dejaron que se vaya con ella. Desde ese día que no la puedo ver y que no sé nada de mi hija”, relató.

Antes de ser denunciada, M. señaló que había presentado pruebas que certificaban el “abuso sexual” que habría sufrido su hija y la necesidad de atención psicológica que presentaba. “Me hicieron esa falsa denuncia del brote porque yo había presentado una denuncia por abuso sexual; no me aceptaron los certificados de los pediatras y tomaron mi denuncia como falsa”, acotó.

La joven madre señaló que la familia de su hija utiliza su pasado de adicciones para señalarla como una madre inepta. “Dicen que soy una borracha y drogadicta, pero yo llevo años rehabilitándome y llevo una vida normal, sin consumo”, aseguró.

La mujer reclama respuestas a la jueza Guillermina Sosa. “Yo tenía un pedido de restitución al hogar de mi hija, pero la jueza Sosa le quitó validez y me sacaron a mi hija de mis brazos. La jueza le pidió al hospital que no se involucre más en el caso y el papá quedó como un inocente. Estoy desesperada; necesito estar con mi hija”, concluyó.

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