Osvaldo Príncipi: "el boxeo es un deporte, un trabajo y un espectáculo"

En una charla amena y sin desperdicios, el periodista de Boxeo de Primera llegó a la capital petrolera para observar la 8ª presentación de Carlos Santana en el gimnasio municipal 1. Además del pugilismo del Chubut, donde sostuvo que la provincia se encuentra entre las primeras a nivel nacional. Con la vigencia de Omar Narváez y Lucas Matthysse.
Una charla sin desperdicios, amena, sencilla y concreta fue la que se desarrolló ayer en las instalaciones del Centro de Exposiciones y Promoción Turística (CEPTUR), cuando el periodista de "Boxeo de Primera" Osvaldo Príncipi abrió la jornada junto a su colega Ismael Tebes.
Sus inicios en el boxeo. La diferencia entre prensa y periodismo. La esencia del pugilismo y la resistencia a reconocerlo como un deporte donde las mujeres van ganando su propio terreno. Y hasta un impasse para analizar a Lionel Messi fueron parte de la agenda a la cual el profesor de la Universidad de Palermo se refirió.
La llegada del periodista se pudo dar gracias al trabajo de la agrupación Piñas del Sur, el Sindicato de Prensa de Comodoro Rivadavia y la Municipalidad de Comodoro Rivadavia. En una charla de café que duró cerca de dos horas.

EL ARTE DE PEGAR Y NO RECIBIR GOLPES

Ismael Tebes fue el encargado de abrir la tarde, dándole la derecha a Príncipi para que se explaye sobre el deporte que abrazó el bonaerense desde los 10 años en la localidad de Mercedes, ubicada a 100 km de Capital Federal.
"El boxeo es un deporte, un espectáculo y un trabajo. Por eso a veces el boxeador gana amplia mayoría en las tarjetas o arriba del ring, pero tal vez al espectador no le dejó nada. Este deporte se da en un escenario donde la adrenalina no debe nublar la inteligencia de los protagonistas. Y que va más allá de las cuerdas, porque además están las historias de vida de cada boxeador. Yo me considero uno de aquellos especialistas de un deporte, donde somos una especie en extinción. Y de una disciplina que trasciende fronteras y tiempos. Porque ya desde aquel Egipto del 6000 AC hasta hoy existía el boxeo. Donde ya Virgilio y Homero escribían la primera crónica del pugilato. Y cuando uno está inmerso en un deporte, se convierte en un militante crítico para hacerlo cada día mejor. Al boxeo cada uno lo ve como quiere verlo. En eso no se puede imponer miradas. Pero uno debe tener fundamentos para ellos. Porque todavía hay personas que dicen que es un deporte 'donde los negros se cagan a palos' ", recalcó.
La dualidad y las controversias que atraviesan el deporte, y la libre interpretación de los combates también los enumeró como parte del folclore.
"Yo creo que en uno tiene el derecho de saber si le gusta o no le gusta el boxeo o determinado boxeador. Pero no por ello debo pisarle la cabeza. Yo inflo el pecho de decir 'soy un hombre de boxeo', porque el mismo tiene cosas épicas. Y sin ello la vida sería muy aburrida, en especial sino se cuenta con un porcentaje de riesgo. El boxeo no es un juego de muñecas, pero tampoco una pelea de hombre vs animal", clarificó.

UN DEPORTE QUE TRASCIENDE FRONTERAS

"El boxeo trasciende fronteras y se mezcla incluso con el mundo de las letras. Por ello, paradójicamente los más notables escritores no condenaron al boxeo. Y ese es un patrón referente a tener en contra. Por eso para la vida, uno siempre tiene que tener en cuenta quienes son los que lo denostan a uno o a una actividad, quienes objetan tal o cual cosa. Y desde qué lugar lo hacen y lo razonan. Yo con mucho orgullo puedo sostener que desde hace 10 años soy profesor de boxeo en la Universidad de Palermo, con una matrícula de alumnos extranjeros. Y que nada tienen que ver con el periodismo deportivo, porque es una cátedra a elegir y el 50% que asisten son mujeres y estudiantes de otros países. Porque el boxeo es un deporte de apreciación, pero esa apreciación se aplica desde el conocimiento que tiene cada uno. Y eso habla del estilo y personalidad del periodista. Sin eso no creo que el periodista pueda llegar a tener alguna especialidad".

HABLAR CON PROPIEDAD, CONVICCION Y ELEGANCIA

En el mundo del periodismo, Osvaldo hizo hincapié en ser de aquellos que prefieren ser pausados en el hablar, rico en el vocabulario y convincente en las palabras.
"Siempre quise ser boxeador pero fui débil de cuerpo. De hecho cuando peleaba terminaba siempre derrotado. Y la única posibilidad de continuar era a través del periodismo. Por ello comencé en una radio y lo hice con un nivel profesional desde la primera vez. En el mismo instante que Carlos Monzón viajaba para combatir en Italia. Ese fue mi primer trabajo en la radio, y yo cursaba el 3er año del secundario. Ya a la segunda salida el dueño de la radio me dijo que busque un auspiciante. Así tomé de referente a Julio Alberto Vila, quien me abrió el gimnasio del Luna Park y de ahí en forma autodidacta me acerqué al periodismo. Por eso digo que soy un bachiller del boxeo. La gran motivación fue Carlos Monzón. En un tiempo donde Nicolino Locche, Horacio Acavallo y Ringo Bonavena invitaban a un joven de 10 años a entusiasmarse", describió.
Ya para 1974 conoció a los habitués del Luna Park, aprendió a escucharlos y copio lo mejor de ellos: "yo copie a la gente que hablaba despacio, elegante y bien. Algo que hoy parece aburrido. Por eso creo que hay una gran puja entre el diccionario y el 'vocabulario piola' (sin estar en pleito) en especial con el joven cibernético. Y debe ser uno el que imponga el diccionario exquisito. Y que utilice palabras que le den convicción a uno", enfatizó.

PROFESOR UNIVERSITARIO

"Observar, formar una opinión sobre la marcha, y tener temperamento, decisión y templanza a la hora de las conclusiones finales", son parte del entrenamiento diario que Príncipi busca en los alumnos de la Universidad de Palermo, que en forma opcional elige cursar la materia Boxeo.
"En las transmisiones cada 20' hay una opinión. Se trata de ir forjando opiniones. Temperamento, decisión, templanza, oratoria. El boxeo es un deporte de sobrevivientes y hay que sobrevivir sobre la marcha. Donde la velocidad y la precisión son fundamentales. De hecho mi primera pelea la perdí por no tener ello, cuando en el campanazo oficial había que dar un paso hacia atrás. Mi rival no lo hizo, y recibí el golpe fatal. A la noche, cuando comíamos un asado por demás pobre, su hermano me tocó la espalda, me di vuelta y mi rival me robó el pedazo de vacío. Ahí entendí el mundo del boxeo, donde todo puede variar en un segundo o en un golpe. Y donde el periodista (no el jefe de prensa) deber tener la autoridad para discernir sobre lo que acontece. Solo hace falta tener fidelidad a los conceptos y buena memoria. Por ello yo no fui al festival que se realizó en Gimnasia y Esgrima de La Plata, porque mi sola presencia traería rechazos, porque soy un hincha fiel de Estudiantes de La Plata y no reniego de ello", afirmó.

LA ESENCIA DEL DEPORTE Y LAS MUJERES

"Si bien el boxeo siempre fue de pobres y humildes. Con las mujeres ello fue variando, porque el hecho de haber boxeadoras es algo atractivo por sí mismo, sentir el perfume de mujer de cada campeona. Y ello achicó las diferencias. Pero la raíz del boxeador siempre estará en la injusticias. En el hambre de gloria que tiene todo aquel que quiere ganarle a la vida. Palito Ortega es un ejemplo, él en lo suyo llegó a ser el número 1 y gobernador de su provincia. Y todo aquel que con dignidad le quiere ganar a la vida tiene hambre de gloria, no solo el boxeador. Aunque el joven de ahora tiene menos paciencia para con seguir las cosas y rezonga mucho más".
"Pero cuando aparecieron las mujeres en el 93 perdimos todas las batallas. En ese entonces era una gran resistencia que no se pudo parar. Fue la ley al congreso y se aprobó. Luego figuras como Marcela 'Tigresa' Acuña. Y Alejandra 'Locomotora' Oliveras sedujeron al público en el Luna Park. A pesar de ello, creo que el boxeo femenino es escolta del masculino. Porque ponerlo al mismo nivel no corresponde porque todavía le falta jerarquía, y todavía no se sabe el físico de la mujer hasta cuanto puede aguantar el castigo o la deshidratación. Por eso defiendo con todo el alma que no se pelee más de dos minutos de combate por asalto. También estoy en desacuerdo que a los 14 años se pelee. Al boxeo hay que respetarlo. Lucho porque el aficionado recupere el protector en la cabeza, porque me parece una barbaridad que nadie presente algo para recuperar el cabezal. Hay muchos chicos que sacan la licencia a los 18 años y todavía son muy torpes. Y el boxeo argentino –tal vez por obsecuencia al boxeo internacional- quieren 'reventar' pibes sumándole asaltos y minutos al mal llamado 'amateurismo de elite'. Es algo demencial", sentenció.

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