Otra vez se suspendió la sesión del Concejo por falta de quórum

Una vergonzosa situación institucional volvió a repetirse ayer al suspenderse la sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Caleta Olivia por falta de quórum. Iba a llevarse a cabo a partir de las 9:0 en el quincho de la vecinal 26 de Junio, pero las bancas fueron ocupadas solamente por dos ediles de un total de cinco que conforman el cuerpo.

Caleta Olivia (agencia)

Varias circunstancias conspiran para que esto ya sea algo crónico y de por medio quedan evidenciados los enfrentamientos políticos ya que ahora no se puede utilizar como excusa las otrora extensas huelgas de empleados legislativos.

Por empezar hay que recordar que a uno de los ediles, Juan José Naves (FPV), le concedieron licencia hace ya casi dos años para hacerse cargo de la gerencia local de la empresa Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE) y que no quiso renunciar para dejarle la banca a su reemplazante natural.

Por otro lado, y de manera sugestiva, el intendente Facundo Prades

volvió a ausentarse de la ciudad (por otro viaje a Buenos Aires), como generalmente ocurre en días previos a sesiones ordinarias, anulando la participación del presidente de cuerpo deliberativo, Javier Aybar, quien recién ayer por la mañana recibió copia del decreto que lo obligaba a hacerse cargo del Departamento Ejecutivo.

Aun así, la sesión podía realizarse con los tres ediles restantes: Pablo Calicate (FPV), Liliana Andrade y Rubén Martínez, quienes pertenecen a bancadas de diferentes nombres pero en líneas generales -al igual que Aybar- son referentes de la Alianza Cambiemos.

Sin embargo el díscolo Martínez -el mismo que tuvo el privilegio de ver fantasmas en el edificio legislativo- entregó cientos de terrenos por su propia cuenta y por fuera de normativas legales, el que últimamente tilda de “mercenarios” a todo el periodismo y sobre quien pesa un pedido de examen psicológico. No solo no concurrió, sino que tampoco envió un justificativo por su ausencia.

CRUZADAS CRITICAS

Calicate y Andrade extendieron el tiempo reglamentario de espera, pero no tuvieron más opción que levantar la sesión cuando ya transcurrían las 10.30, pero antes de levantarse de su bancada la edil le reprochó al primero por ser uno de los que avaló la licencia de Naves y no posibilitar que otra persona lo remplazara.

Luego, en declaraciones periodísticas, también arremetió contra Prades porque oficialmente comunicó de su ausencia media hora antes del inicio de la sesión.

“Hoy había temas importantes para tratar y parece que a algunos ni le importa eso” dijo indignada, cuestionando en ese mismo contexto la ausencia de Martínez al señalar que “es lamentable la actitud de gente que ha sido votada por el pueblo”.

Por separado, Calicate sostuvo que ya es “sistemático” que cada vez que el Concejo quiere sesionar el intendente se aleja de la ciudad y trata de entorpecer constantemente el funcionamiento del cuerpo legislativo.

A su vez Aybar, quien se había quedado sentado en una silla destinada al público, no reparó en cuestionar al intendente porque “culpa a los concejales de los males que sufre Caleta Olivia pero, a modo de ejemplo, nos prometió camiones recolectores nuevos que nunca llegan y dice que recuperó otros (que estaban retenidos por huelguistas) para limpiar la ciudad, pero la misma sigue en estado lamentable”.

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