La casa de material se encuentra por debajo de la línea de la calle Pico Truncado, por lo cual el agua ingresó a raudales y la inundó por casi medio metro, arruinando muebles, colchones, cocina, heladera y otras pertenencias.
Algunos vecinos trataron de ayudar a la familia damnificada utilizando palas para crear un improvisado terraplén, evitando que miles de litros de agua que bajaban por una pendiente continuaran ingresando a la vivienda, pero igualmente el daño ya era irreversible.
Una joven que reside en el lugar, Milagros Vidal (foto), contó a El Patagónico que lo primero que atinaron hacer fue subir a una mesa a dos nenas que estaban durmiendo y luego salieron al patio con gran dificultad.
Más tarde llegaron operarios de la empresa de Servicios Públicos para interrumpir la circulación del agua, en tanto que el municipio envió un camión con equipo de desagote y más tarde hizo llegar algunos elementos para reemplazar los que perdió el grupo familiar, prometiendo más ayuda en días sucesivos.
En tanto el gerente distrital de SPSE, Alejandro Mamaní, informó a este medio que la emergencia se produjo por el desplazamiento de una junta que se había colocado hace pocos días en una válvula y este martes se colocó una nueva, sellándosela con termo-fusión. Además, aseguró que la empresa iba a ayudar al grupo familiar reponiendo parte de las pertenencias que quedaron inservibles.
También en la mañana de este miércoles acudieron dos empleadas de la delegación local del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia para evaluar los daños y existía la posibilidad de que desde ese organismo se pudiera proveer una nueva cocina, más colchones y otros artefactos.
Mientras tanto, la familia damnificada tuvo que retirar muchas pertenencias inutilizadas y depositarlas en el patio, al tiempo que vecinos de distintos sectores urbanos se acercaron para donar alimentos, frazadas y pañales descartables, pero se espera que los organismos públicos concreten la ayuda prometida.