El plantel de trabajadores del Departamento de Transporte de la municipalidad de Caleta Olivia resolvió a partir de las 10:00 de este miércoles una retención de servicios por tiempo indeterminado, cerrando el portón de acceso a las instalaciones.
La protesta afecta a unos ochenta operarios, quienes justamente decidieron iniciar la medida de fuerza en una jornada de lluvia porque a parte de ellos no les proveyeron la indumentaria para realizar sus tareas, pero además gran parte de los móviles que cuenta el sector están en deplorable estado.
A modo de ejemplo, hay camiones a los que no se les puede subir los vidrios de las puertas, otros tienen atado con alambre los picaportes y en general a la flota no se le hace mantenimiento.
A ello se suman las paupérrimas condiciones en que se encuentran las instalaciones emplazadas junto al edificio central de la comuna, con ingreso por la avenida costanera.
Al lugar concurrió esta tarde David Hidalgo, secretario gremial del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEMCO) que lidera el también diputado provincial justicialista Julián Carrizo, ahora lanzado como candidato a intendente y aliado al actual jefe comunal, Fernando Cotillo.
En declaraciones a la prensa, Hidalgo no solo expresó su indignación contra el funcionario político que está a cargo de ese sector laboral, Fernando Berasai, sino que también cuestionó severamente al propio Carrizo.
Con ambos tiene un fuerte enfrentamiento ya que hace pocos días su auto y vivienda fueron objeto de un atentado a balazos y el propio Hidalgo les atribuyó responsabilidades.
En ese contexto admitió que los trabajadores del sector Transporte ya no confían en nadie porque, en principio, tanto Berasai como el jefe de Recursos Humanos, de apellido Yamil, vienen prometiendo desde hace tiempo que van a solucionar los problemas del sector y ahora volvieron a citar para mañana a un grupo de representantes para mantener una nueva reunión con la presencia de Carrizo.
“Estos problemas también se repiten en el área de Barrido y Limpieza y yo soy el único que da la cara en representación del gremio, pero la última vez que traté de solucionarlos me cortaron la línea (de diálogo), por lo cual ahora me retiro porque estoy cansado que le mientan a los compañeros”, se sinceró.
Y fue más explícito cuando afirmó que “el gremio ha sido cómplice de todo esto y yo también debo admitir que lo he sido porque he dejado pasar muchas cosas por acatar lo que impone una estructura política conformada por el gobierno provincial, el municipio y el sindicato. Entonces, de muy difícil luchar en soledad”.
Además, reveló que le están armando “una cama” dentro del propio gremio porque le pesa la amenaza de una secretaria que quiere formularle una falsa denuncia por “maltrato”.
“Yo ya no me siendo en un lugar seguro y confiable y el tema lo voy a plantear en una asamblea, pero con esa secretaria no voy a dialogar más y en cuanto a Berasai, debo decir que es solo un afiliado pero hace las veces de dueño y asesor del gremio”, expresó.
Luego, cuando se le preguntó si también seguía enemistado con Carrizo, su respuesta fue tajante: “obvio que lo estoy, eso es de público conocimiento, pero debe quedar claro que yo nunca voy a ir contra los trabajadres”.