River goleó a Instituto y se clasificó a los octavos

En Mar del Plata, triunfó 4-1 con tantos de Alario, Enzo Pérez, Maidana y Santos Borré; descontó Franco Olego ("Pity" Martínez, expulsado a los 38' PT). Temperley o Defensa y Justicia será el rival en octavos.

El domingo por la noche, en Mar del Plata, River alcanzó dos objetivos: clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina tras vencer por 4-1 a Instituto de Córdoba y, además, recuperó a su goleador, Lucas Alario, quien no convertía de manera oficial hace más de tres meses.

Marcelo Gallardo confirmó lo que había ensayado un día antes con los cambios de Carlos Auzqui y Nacho Scocco por Ariel Rojas y Enzo Pérez. Distintas características, más velocidad y explosión (en el caso del primero) y una mayor cuota ofensiva (en caso del segundo).

Si bien el Muñeco ya dio muestras de no atarse a ningún esquema ni garantizarle la titularidad a ningún futbolista, venía probando hasta aquí con un sistema con cinco volantes, con Ponzio más retrasado y juntando a Pity Martínez con Nacho Fernández, Rojas y Pérez para el desequilibrio en campo rival. Pero Auzqui no influyó en el juego y Scocco participó poco.

El equipo cordobés fue puro empuje y garra, trató de nivelar con corazón las diferencias de jerarquía. Y, por momentos, sacó a relucir su temple cuando presionó sobre la zona de Ponzio. Así, jugando con una línea de 5 en el fondo pero saliendo rápido de contraataque, se aproximó dos veces más. La primera con un zurdazo de Goicoechea que se fue apenas alto y luego con un remate de Castelli que controló Lux.

Si para muchos el punto de inflexión había sido la expulsión de Pity Martínez (le dio un pisotón de atrás a Mainero, que antes lo había castigado con un par de infracciones), terminó siendo el golazo de Alario, también en el primer tiempo, tras un centro atrás de Nacho Fernández. El Nº 9 rompió así con el maleficio del gol, ya que hacía 10 partidos (932 minutos) que no podía convertir. Para no ser menos, Enzo Pérez se sumó con otro golazo al ángulo superior derecho de Hoyos y Maidana con otro de palomita, tras un córner de Rojas. Olego había descontado para Instituto, aprovechando otro error defensivo del ala izquierda millonaria. Y Santos Borré completó el 4-1 de contraataque.

La diferencia de categoría se explicó también en las chances de sus puntas: mientras a Alario le alcanzó para resolver con clase una sola vez; a Castelli, el centrodelantero de Instituto, le faltó justeza para definir en al menos una de las cuatro chances de gol claras que contó en la noche marplatense.

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