El martirio de la mujer se inició el 31 de mayo, cuando en plena calle fue abordada por su ex pareja y obligada a dirigirse a un vehículo. De manera intimidatoria, el hombre le dijo que no intentara nada porque si no iba a matar a sus hijas.
La víctima fue llevada hasta la chacra donde trabaja su ex concubino y, con una gran impunidad, le exigió que le cocinara. "Vos estás para eso, las mujeres tienen que cocinar", le espetó el hombre, remarcaron las fuentes.
Tras compartir la comida, empezaron las agresiones y los primeros intentos de abuso. Ante la resistencia de su ex mujer, el atacante le dio varios puñetazos en el rostro y después la violó.
Aún se desconocen sus intenciones definitivas pero se sabe, por los dichos de la víctima, que la mantuvo encerrada en una habitación y que se reiteraron los abusos, golpes y humillaciones.
Según publicó LMCipolletti.com, a pesar del miedo, la mujer encontró una ocasión propicia para escapar cuando llegó el dueño de la chacra. Se alejó a la carrera y pudo llegar hasta donde viven sus familiares. Esto sucedió el 3 de junio y al día siguiente realizó la denuncia en la Unidad 26 de la localidad.