Un corcho en el mar

"Nademos Juntos – Domadores del Marques" continúan con sus bautismos en lo que se refiere a la natación en aguas frías. Ayer, la agrupación sumó dos nuevos integrantes.

“Treinta minutos flotando como un corcho en el mar”, así sintetizó Miguel su debut en la natación en aguas frías que le dio su bautismo ayer en las costas de Km 3.

Remarca que le entusiasmó el número de personas -tanto en redes sociales como medios de comunicación- que dejan sus impresiones de haber nadado en el mar. Siempre con traje de neopreno y torpedo. Incluso en los integrantes de la agrupación “Nademos Juntos-Domadores del Marques”; quienes a pesar de su vasta experiencia, no dejan nada librado al azar en cuestiones de seguridad.

Estudiante del Profesorado de Educación Física, Miguel fue de menor a mayor, de aprender a ponerse el gorro de goma (eso no le enseñaron en el instituto) hasta el traje prestado de Juan Manuel Diez Tetamanti que era dos tallas menor.

‘Se estira, solo usa una bolsa de nylon para empezar’, advierte Tetamanti al debutante, quien recién cae en la cuenta de aquellos que necesitan ‘florearse’ en las costas patagónicas, haciendo el ridículo cada vez que se sacan y ponen en traje de neopreno (última generación y mientras más logos mejor) en las playas habilitadas con el servicio de guardavidas municipal.

Esta tarde, en las costas de Km 3 no hay nada de eso. No hay ‘vedetismo’, foto con el funcionario de turno y ni siquiera el pago de un arancel para ‘aprender ‘(esa palabra resonará en Víctor Bonzano a lo largo de los 30 minutos en el agua) a disfrutar del mar.

El mar golpea las costas de la escollera, el humor ácido en el debutante hace que los nervios no queden en evidencia. Queda de manifiesto que este escenario no es la pileta del Complejo Huergo, donde todo es uniforme y armonioso.

AL AGUA PATO

Beatriz Vega toma la iniciativa y se sumerge desde la escollera, lo sigue el otro debutante Juan Ignacio Poblet -17 años, estudiante del Deán Funes y amante del surf- Víctor Bonzano, el estudiante del profesorado y el geógrafo.

‘Con el traje de neopreno es imposible que te hundas’, advierte Juan Manuel. Y la afirmación es correcta, porque incluso el traje parchado con poxirán (y al ser de 3,2 mm de espesor) ya es suficiente para ser ‘un corcho en el mar’.

“El traje te hace sentir un embutido. Y en el agua un ‘corcho’ porque el nivel de flotabilidad es impresionante. En especial, cuando ves el movimiento del mar que te eleva y te baja como si estuvieras viendo esas películas de pesca de Discovery”, describe Miguel.

La sensación es doble porque lo que se eleva es el propio cuerpo. Y si a esa elevación uno no le pone un mínimo de manejo de la corporeidad lo que sigue es tragar agua y entrar en la desesperación.

“Tenés que relajarte y controlar la respiración’ me decía Juan. Y Víctor me aconsejaba que haga movimientos suaves para flotar y no tragar agua. Pasa que esto del agua es para relajarte, si sos puro nervio y no te aflojas te domina el miedo”, recalca Miguel.

Veinte metros más allá, Juan Ignacio marcha al ritmo de Beatriz en busca de la boya. El joven ya es uno más con el agua. Y disfruta de su experiencia.

En cambio, Miguel pierde estabilidad en flotar vertical, se vuelca de espaldas y ‘degusta’ del mar.

“Cada vez que perdía la calma, estaban a lado mío Víctor y Juan con sus torpedos. De hecho, Juan me hizo una ‘llave’ con sus piernas para ponerme vertical y me ‘remolcó’ dos veces cuando sentía que no avanzaba. El tema es relajarse. En mi caso me costó porque siempre necesito tener algo de referencia. Y en medio del mar no ves más allá de 2 metros por el movimiento del mar. Y sin darte cuenta observas que la costa quedó lejos y que sólo te podes valer de vos mismo y tus compañeros”, sentenció.

En el balance final, el resultado es positivo. Miguel casi vence un miedo. Pero lo más importante es que quedó con ganas de volver. Sabe que tiene que aprender a ser ‘su propia referencia’ y que su norte está marcado por otras personas que disfrutan del mar y hacen escuela como “Nademos Juntos – Domadores del Marques”, agrupación que ya cuenta con 128 integrantes.

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