Carolina Pavón, es una misionera de 40 años, que en el año 2002 cuando cursaba la carrera de Antropología en la Universidad Nacional de Misiones, realizó un viaje a El Cairo, allí conoció a un contador egipcio llamado Amud Abdasala, con quien se casó.
Ambos viajaron a Buenos Aires y vivieron allí hasta que nació su hija en 2004. Luego, como su marido no consiguió adaptarse al régimen laboral, retornaron a El Cairo, donde ella dio a luz a su segunda hija.
"Tuve que adaptarme a una nueva vida, a una sociedad machista que me obligó a cambiar de ropa, a otras costumbres. La religión musulmana reprime derechos elementales vigentes en Occidente. De pronto mi esposo comenzó a ponerse violento, no me dejaba salir de la casa, me golpeaba, maltrataba, considerándome de su exclusiva propiedad", contó a Radio News de Posadas.
Y explicó que pudo escapar an la residencia de unos amigos extranjeros, sobre el Mediterráneo, en un barrio cercano a Alejandría que está habitado en su mayoría por diplomáticos. "Para hacer frente a mis gastos, hago tareas domésticas, lavo, cocino y cuido a un anciano que padece de varias enfermedades".
Pese a lograr escapar del infierno, sus hijas viven con el padre, quien según la denuncia de la mujer "puso todo tipo de restricciones. No me deja verlas. Estoy aterrorizada, desesperada. Quiero volver a la Argentina pero tampoco puedo porque las leyes de Egipto me lo impiden. Comuniqué el caso a la Embajada argentina y ahora pido al gobierno de Misiones, donde nací, que haga algo en mi favor".