Veterano de guerra muere el día en el que iba a recibir una medalla

Ygnacio Osuna, quien fuera soldado conscripto de Ejercito clase 1963, oriundo de Corrientes, radicado en Puerto Deseado y veterano de la guerra de Malvinas, falleció en las últimas horas de la tarde del miércoles cuando se hallaba internado en una clínica privada de Caleta Olivia, ya que sufría una enfermedad oncológica.

Por circunstanciales y tristes cuestiones del destino, dejó de existir casi al mismo tiempo que otros camaradas del Agrupación “Gaucho Rivero” de Puerto Deseado, recibían una medalla que les otorgara la Casa de la Moneda en un acto que se celebraba en el cine teatro del Centro Municipal de Cultura de Caleta Olivia, junto a sus pares de esta ciudad, Pico Truncado y Las Heras.

Estaba previsto que los integrantes de la delegación de Puerto Deseado, junto con un parlamentario del Mercosur, acudieran posteriormente a la clínica para hacerle entrega de la meritoria distinción, pero cuando finalizaba el acto, uno de los hijos que lo acompañaba le comunicó telefónicamente al presidente de la citada agrupación, Omar Juanola, que su padre acaba de fallecer.

El deceso del ex combatiente embargó de una profunda tristeza a sus compañeros a pesar que ya tenían conocimiento que padecía una enfermedad terminal.

HERIDO EN COMBATE

“Se nos fue un héroe que fue herido en combate y un gran padre de familia” dijo Juanola a El Patagónico, recordando además que Ygnacio Osuna fue gravemente herido en uno de los encarnizados combates que se registraron en los últimos días de la guerra en las adyacencias de Puerto Argentino, donde estaba apostado con su unidad.

El presidente de la agrupación también hizo saber que los restos de su camarada arribarían en la tarde de este jueves a Deseado para ser velados hasta mañana en una cochería local, rindiéndosele todos los honores.

Por el momento no sabía si serán inhumados en el cementerio local o bien trasladados a su provincia de origen, algo que iba a ser decidido por sus familiares, a quienes se les hará entrega de la distinción acuñada en la Casa de la Moneda.

Vale también señalar que al ser dado de baja como soldado por haber cumplido con el entonces servicio militar obligatorio, Osuna se incorporó al Ejercito y estuvo destinado en el Regimiento 9 de Puerto Deseado, jubilándose hace pocos años con el grado de suboficial mayor.

En 1982 estaba incorporado a la Compañía de Comando y Servicio de la 3ª Brigada de Infantería con asiento en Curuzú Cuatiá, la cual comenzó a ser desplazada el 12 de abril hacia el sur del país, llegando a Puerto Deseado.

En principio la Compañía iba realizar el cruce hacia las islas por vía marítima pero ante la presunción de que había submarinos británicos, finamente el cruce se hizo por vía aérea desde Comodoro Rivadavia, arribando a Puerto Argentino en una tarde fría y ventosa del 25 de abril.

Su bautismo de fuego fue en la madrugada del 1° de Mayo cuando un avión Vulcan bombardeó el aeropuerto, no logrando dejarlo fuera de operatividad y Osuna se hallaba de guardia en las inmediaciones.

Más tarde fue trasladado a una zona cercana a la capital del archipiélago junto con otros quince compañeros y en la noche que fue del 13 al 14 de junio, cuando finalizaba la guerra, resultó herido, en tanto que tres de sus compañeros murieron en el cruento combate.

Lo hallaron enfermeros y camilleros que buscaban heridos en un campo cubierto de nieve. Estaba en un pozo de zorro y lo llevaron al hospital de campaña.

Más tarde fue evacuado en el buque Almirante Irizar hasta Comodoro Rivadavia siendo asistido en el Hospital Regional y luego enviado al Hospital de Campo de Mayo y finalmente hacia Curuzú Cuatía hasta su baja como conscripto, pero luego decidió reincorporarse como suboficial al Ejército, siendo destinado a Puerto Deseado

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