“Para nosotros es importante mantener la paz social en base al diálogo, siempre y cuando desde la otra parte se quiera dialogar. Si no es así –afirmó- la Provincia tomará las medidas necesarias para asegurar el funcionamiento de las distintas actividades”.
“En consecuencia, la decisión política de este gobierno es que no me toman ni un solo puerto más, así tenga que pelearme con quien sea y haya dirigentes nacionales metidos en los puertos de nuestra provincia para que no funcionen”, advirtió.
En ese sentido, el mandatario manifestó que le llamaba la atención que hubiera este tipo de conflictos mientras se estén consiguiendo nuevas inversiones para la actividad marítima y se lograra la reapertura de una planta procesadora de pescado en el puerto de Caleta Olivia que estuvo cerrada durante 14 años, generando nuevos empleos, por citar algunos ejemplos.
“Y cuando todo se empieza a encaminar, ¡vaya casualidad!, aparecen este tipo de estas medidas de fuerza”, reparó.
Además, resaltó que “hay muchas empresas interesadas en venir a invertir a Santa Cruz, entre ellas de otros países (como el caso de China) porque tenemos proyectos ambiciosos, pero cuando aparecen este tipo de conductas que perjudican la paz social, se nos hace difícil llevar adelante estas iniciativas”.
Al ser consultado si atribuía ello no solo a un reclamo laboral, respondió que no tenía dudas de que “lamentablemente acá está metida una mano negra política porque no es casualidad que cuando tratamos de desarrollar la actividad pesquera con propuestas interesantes, repentinamente comienzan a aparecer puntos de conflictos creados por dos o tres personajes”, sin dar precisiones de nombres, aunque sin duda le estaba respondiendo a quienes cuestionan que con el acuerdo con China el país resignaría soberanía y que sería nula la creación de nuevos puestos de trabajo en los puertos locales.