Bélgica ayer se convirtió en el primer equipo desde 1970 que logra dar vuelta un 2 a 0 en la Copa del Mundo. Y no solo eso, el team que tuvo como figura a Eden Hazard también consolidó su imagen de candidato al título en este Mundial.
En un encuentro cambiante, Bélgica demostró que además de grandes jugadores tiene capacidad para recuperarse: venció por 3-2 a Japón tras levantar dos goles de desventaja.
Tras un primer tiempo parejo, en el que salvo pequeños lapsos de dominio de uno y otro las virtudes defensivas opacaron a las ofensivas, Japón tiró dos guantazos de nocaut en el inicio del complemento. Primero una enorme definición cruzada de Genki Haraguchi a los 48 minutos y 4 minutos después, Takashi Inui amplió con un golazo desde fuera, el segundo del torneo en su marca personal.
El panorama era poco alentador para el cuadro belga, y parecía que iba a correr la misma suerte que Alemania, Argentina, España y Portugal. Pero Roberto Martínez apostó por el acoso aéreo con la entrada de Marouane Fellaini y le dio resultado. El cabezazo bombeado de Jan Vertonghen a los 69 le dio vida al cuadro europeo.
A los 74, Fellaini apareció en el corazón del área y puso el 2-2, y con un Japón golpeado los Diablos Rojos fueron por el tercero, tarea que no fue sencilla.
Primero Kawashima salvó un cabezazo de Lukaku. Courtois también debió revolcarse y, cuando todos en Rostov pensaban en el alargue, Nacer Chadli transformó una contra de manual en un golazo en el cuarto minuto de descuento.
Fue sin dudas un partido lleno de emociones y terminó con un Japón desolado y la euforia del equipo belga, que ahora deberá enfrentar a Brasil, que ayer venció a México y se postula como uno de los candidatos al título.