Creen que el brote de hantavirus se propagó a partir de una fiesta

Autoridades sanitarias de Chubut aseguraron que la persona que se contagió en un medio agreste compartió un cumpleaños con otros cien.

La tercera víctima fatal con infección confirmada de hantavirus y un cuarto paciente que murió en la mañana del martes con síntomas similares multiplicaron la alarma en torno del brote de esa enfermedad que afecta a Epuyén.

La localidad chubutense de apenas 4.000 habitantes ya lleva contabilizados 15 casos de hanta desde noviembre pasado, en lo que constituye el primer “brote” de esa gravedad desde el que afectó a El Bolsón y Bariloche en 1996. En aquella ocasión se registraron una veintena de casos, con diez víctimas mortales.

El director del Área Programática Esquel del sistema sanitario chubutense, Jorge Elías, dijo que el “contexto epidemiológico” está circunscripto a Epuyén y por eso se dispuso “extremar las medidas de seguridad” en esa localidad.

Confirmó que las evidencias disponibles permiten sospechar que hubo contagio entre humanos y que la mayoría de los infectados no contrajo el virus a través de roedores, como lo advierten en general las campañas de prevención.

Elías evitó las conclusiones terminantes y sólo habló del contagio entre personas como una “hipótesis fuerte”.

Lograron determinar que el primer caso positivo de hanta en Epuyén fue el de un paciente “que lo adquiere en un medio agreste” y que ya estaba en fase sintomática de la enfermedad (con fiebre y malestar gastrointestinal) cuando concurrió al cumpleaños de una joven junto a otro centenar de invitados. Allí, al parecer, se produjeron el resto de los contagios.

“El único brote documentado de este tipo fue el de la primavera de 1996 en El Bolsón, cuando por primera vez el mundo científico tuvo certeza del contagio interpersonal”, dijo Elías.

Señaló que esta vez, a partir de la sucesión de casos en Epuyén conformaron una mesa con biólogos, infectólogos y especialistas del Instituto Malbrán, que trabajaron de inmediato en la reconstrucción de la actividad previa y el entorno de los pacientes y determinaron que la fiesta en el salón de Epuyén habría sido el factor desencadenante del brote.

Aportó también otro dato que abona esa sospecha: “todos los roedores capturados en los ambientes donde vivían los pacientes infectados hasta ahora dieron negativo, de modo que no se puede hablar de una ratada”.

Hasta ahora murieron de hanta un hombre de 61 años, un adolescente de 14 y una mujer de 38, que era empleada del hospital de Epuyén. El martes falleció otro hombre de 72, que fue encuadrado como un caso “sospechoso” y cuya confirmación depende de los análisis del Malbrán.

Otras tres personas continúan internadas en Esquel, dos de ellas con respirador y en estado crítico.

Elías dijo que la fiesta de cumpleaños se realizó el 3 de noviembre y todo indica que el brote ya superó su pico más agudo. Aunque no está descartado que aparezcan nuevos casos.

Destacó que hace 20 años la mortalidad del hantavirus era “del 50 al 60%”, pero hoy en la región lograron bajar ese índice al 30%. “Esto se debe a la mayor competencia profesional y el nivel de alerta altísimo del sistema sanitario, que es distinto al de otros puntos del país –explicó–. Antes los síntomas podían generar confusión con otras patologías, pero hoy hay protocolos muy ajustados. Cuando aparecen síndromes respiratorios con sospecha de hanta el interrogatorio es muy preciso. Se pregunta si la persona limpió un galpón, recogió leña, hongos o rosa mosqueta y se puede detectar y actuar con mayor rapidez”.

ATENCION HOSPITALARIA

El brote de hantavirus de Epuyén causó fuerte preocupación a nivel regional y nacional, pero Elías dijo que “no hay ningún desborde” y que la capacidad de respuesta organizada con epicentro en Esquel alcanza para afrontar la situación.

Señaló que entre el hospital y una clínica privada de esa ciudad que está “en la línea de apoyo” cuentan con 10 equipos de asistencia respiratoria, que es un instrumento clave para atender la enfermedad. Dijo también que el hospital de El Bolsón participa del operativo.

Elías señaló que “de acuerdo con la bibliografía y los antecedentes que existen” el brote actual está “en la fase final”. Pero aclaró que mantienen el alerta máximo porque “esto es biomedicina y no es dos más dos cuatro”.

“Todos los roedores capturados en los ambientes donde vivían los pacientes dieron negativo. No se puede hablar de una ratada”.

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