Buenos Aires será sede una vez más de una cumbre petrolera para debatir sobre el nivel de actividad en la Cuenca del Golfo San Jorge. La cita entre los gremios de la región y la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) se realizará este jueves y el eje será incrementar puestos de empleo en los yacimientos.
Los dirigentes gremiales consideran que es fundamental que se activen más equipos de perforación para que los trabajadores que se encuentran en sus domicilios o cubriendo tareas mínimas, puedan volver a los yacimientos. La tarea no es sencilla, pero Jorge Avila -secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut- y José Llugdar -titular del Sindicato de Petroleros Jerárquicos de la Patagonia Austral- advirtieron que no permitirán que el nivel de actividad continúe por debajo de los valores de la prepandemia.
“Es verdad que se ha anunciado la subida de equipos en los últimos meses, pero también han bajado debido a la terminación de algunos pozos. Entonces la ecuación es prácticamente la misma”, acotó el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Martín Cerdá.
En la provincia generó recelo el beneficio que obtuvieron los trabajadores de Neuquén, Río Negro y La Pampa con el denominado “Zona Vaca Muerta”, que les garantizará un coeficiente zonal mayor al 10%. El malestar no es contra el gremio que conduce Marcelo Rucci sino contra el destrato que tienen las compañías con la Cuenca del Golfo San Jorge.
Según pudo saber El Patagónico, Avila y Llugdar tendrán reuniones previas para exigir más equipos y recuperar aquella cantidad que se registró en 2019. “Nosotros ya tenemos la Zona 1 y lo que no queremos hacer es que nos obliguen a hacer algo que no queremos”, advirtió el titular de petroleros convencionales fijando una postura que la semana pasada se estableció con la declaración de un estado de alerta y movilización.
“Lo que necesitamos es una mesa de diálogo que nos permita tener trabajo porque hay muchos trabajadores que están esperando una oportunidad de reinsertarse. Nosotros estamos pidiendo que haya más actividad para poder darle trabajo a los desocupados”, destacó.
“Son discusiones diarias y duras, pero estamos tranquilos”, consideró Avila en vísperas de lo que marcará el final de año para la cuenca y que podría significar el despegue para la industria.