Deportivo Sarmiento y su difícil presente

El presidente del club, Carlos Soto, manifestó su preocupación en medio de la cuarentena. "La situación es complicadísima. Hemos llegado a estar desesperados, porque es nuestra responsabilidad mantener las puertas abiertas, pero no sabemos hasta cuándo. Tampoco las queremos cerrar, porque cuando esto termine, reabrir todo será más costoso todavía", admitió.

Deportivo Sarmiento es uno de los clubes que animan los torneos de la Liga de Fútbol de Comodoro Rivadavia con todas sus divisiones. Viajar 150 kilómetros de ida y la misma distancia de vuelta dos fines de semana al mes, y con diferentes categorías, significa una inversión de tiempo y dinero que solo se recupera en la gratificación de vivir esas dos horas en una cancha.

Por eso, para jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, colaboradores e hinchas, bien vale esa inversión, más allá de cualquier resultado deportivo, pero este año arrancó cuesta arriba el “Depo”, primero, porque los números de la Fiesta de Doma y Folclore que organiza le costó más del doble que de costumbre y no le dejó mayores ganancias; y luego la institución se vio golpeada duramente por la cuarentena que obliga a realizar la pandemia.

Carlos Soto, presidente de Deportivo Sarmiento, le comentó a El Patagónico cuál es el presente de la institución y brindó un panorama general, en cuanto a las actividades en la ciudad lacustre.

“Por ahora no estamos viendo la posibilidad de entrenar. Está muy ajustado el tema de las libertades que te dan para funcionar. Ayer abrieron las canchas de pádel con un protocolo bastante estricto, y hace quince días se habilitó todo lo que es caminata, bicicleta, running”, señaló.

El “Depo” le planteó la situación al municipio, que por ahora no habilita los entrenamientos, mientras aguarda el protocolo de la Asociación del Fútbol Argentino para todos los clubes y Ligas.

Al tener las puertas cerradas, Deportivo Sarmiento no tiene ingresos, pero debe pagar sueldos y servicios. “La economía del club está mal. Nosotros tenemos cancha de sintético, el gimnasio donde trabajan todas las escuelitas y que se alquila, el quincho que también se alquila, y al estar todo cerrado no tenemos ingresos. Tenemos personal al que le estamos pagando el sueldo y todo lo que son los servicios como son gas, luz, teléfono, internet”, remarcó Soto.

Entonces, se recurre a otras vías para paliar la situación. “Estamos haciendo algunas rifas chicas, como para sostenernos, y este último mes largamos un bono solidario de un aporte mensual, para lo cual hemos juntado 85 personas que voluntariamente hacen un aporte para sostener, por lo menos, los sueldos”, aseveró.

Por otro lado, el lunes la entidad lacustre recibió un aporte de Provincia de 25 mil pesos. “Algo vamos a alcanzar a pagar con eso”, admitió.

Asimismo, aseguró: “Hemos completado planillas y planillas de todo tipo a nivel nacional, porque decían que iban a venir algunos aportes de Clubes Argentinos, pero hasta ahora no los hemos recibido”.

Carlos Soto sabe que los problemas financieros continuarán hasta tanto el club siga cerrado. “Se nos ha complicado de tal forma, que hemos tenido que dar de baja los seguros de los colectivos, los seguros que teníamos de las escuelitas, todo eso. Era imposible afrontar los gastos”, confesó.

“La situación es complicadísima. En algún momento hemos llegado a estar desesperados por este tema, porque es nuestra responsabilidad mantener las puertas del club abiertas, pero no sabemos hasta cuándo. Tampoco las queremos cerrar, porque cuando esto termine, reabrir todo será más costoso todavía”, reflexionó.

Por eso, el presidente del “Depo” no está dispuesto a volver a la competencia sin público, si es que vuelve el fútbol. “Sin público, ya te estoy diciendo que es imposible hacerlo. En cuanto al fútbol grande, nosotros nos manejamos con los aportes de entradas y del buffet. Si eso no se puede hacer, ¿de dónde vamos a sacar los aportes para los viajes, las comidas, el seguro de los jugadores, los gastos de árbitros y policía?”, cuestionó.

Pero su preocupación también se instala en la inactividad de los más chicos. “Además de Primera y Reserva, nos preocupa también la situación de todos los chicos de inferiores, porque ellos también tienen la necesidad de volver a hacer deporte, de recuperar esa libertad que tenían”, advirtió.

Para finalizar, Soto comentó en qué estaba trabajando Deportivo Sarmiento hasta que se frenó todo. “Estábamos en la preparación del terreno para lo que será la cancha de tenis y ahora seguimos negociando con el municipio, a ver si hace los aportes como para llevar adelante esa obra. Aparte, la gente de fútbol ya había terminado los bancos de suplentes, pero hoy estamos parados”, recalcó.

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