El minuto a minuto de la mamá de Sofía Herrera

María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera, la niña que con apenas tres años desapareció en un camping de Río Grande hace diez años, relató a través de las redes sociales los momentos vividos el pasado jueves, cuando se conocía la noticia de la posible aparición de la menor en Ayacucho, provincia de Buenos Aires.

El pasado jueves 20 de diciembre todo el país se conmovía al conocerse la noticia que indicaba que se estaban realizando allanamientos en Ayacucho, provincia de Buenos Aires, en el marco de la búsqueda de la menor desaparecida hace diez años en Río Grande, Tierra del Fuego, Sofía Yasmín Herrera.

Durante esa mañana, la Policía Bonaerense había encontrado a una joven de aproximadamente catorce años en unos allanamientos a miembros de la comunidad gitana. A partir de ahí, se comenzaron a realizar distintas medidas de prueba para determinar si se trataba de la pequeña desaparecida.

Al pasar las horas la información indicaba que la joven hallada no era Sofía Herrera. Para determinar que no se trataba de ella, a la joven encontrada la llevaron al hospital Pedro Solanet de esa ciudad, donde le hicieron pruebas palmares. Esas huellas se cotejaron con una huella de una mano de Sofía que extrajeron, en su momento, de un mueble y dio negativo.

Antes de conocerse que no era Sofía, la madre de la menor desaparecida, María Elena Delgado, había anticipado su descreimiento porque "es una nena que tiene cierto parecido pero no era mi hija y creo que se está trabajando sobre lo mismo. Estamos a la espera de la huellas digitales pero creo que este caso ya se trabajó hace un tiempo y dio negativo".

Todo ese día cargado de emociones para la familia de Sofia Herrera significó sensaciones encontradas para María Elena, y decidió detallar el minuto a minuto de lo vivido en una publicación en Facebook “con Fabián lloramos, reímos e imaginamos la mejor navidad con nuestra hija, con nuestra Sofi. Nuestro deseo era tan pero tan intenso que deseábamos tomar un avión para llegar hasta el lugar. Necesitábamos creer que nuestro sueño de reencontrarnos con Sofía por fin se haría realidad”.

LA CARTA COMPLETA

“Gente querida:

Como es de público conocimiento, el jueves vivimos un día cargado de emociones y nostalgia. En la ciudad de Ayacucho habría una niña con posibilidades de ser nuestra amada Sofi.

Al mediodía, en el momento que cruzábamos la barcaza, nos entró una llamada de un periodista de San Luis anunciándonos que habrían encontrado a nuestra hija. Nuestra ilusión fue decayendo cuando nos informaron el lugar y el contexto, pues hacía unos días que nos habían enviado fotos y datos de una chiquita que a pesar de tener similitudes con nuestra hija, no se trataba de ella. En medio de esa noticia teníamos que continuar viajando hacia Río Gallegos perdiendo toda señal en los celulares.

Con Fabián lloramos, reímos e imaginamos la mejor navidad con nuestra hija, con nuestra Sofi. Nuestro deseo era tan pero tan intenso que deseábamos tomar un avión para llegar hasta el lugar. Necesitábamos creer que nuestro sueño de reencontrarnos con Sofía por fin se haría realidad. Una vez recuperada la señal en los celulares comenzaron a ingresar mensajes y llamadas. Nuestros teléfonos no paraban de sonar, de recibir fotos y palabras de aliento. Recibíamos videos en simultáneo con el allanamiento por parte de vecinos del lugar.

Dicen que las madres tenemos un sexto sentido y reconocemos a nuestros hijos pase lo que pase. Yo en ese momento muy internamente sentía que comenzaba a derrumbarse mi ilusión, nuestra ilusión vivida, porque a medida que ingresaban detalles de lo que iba sucediendo comprendía cada vez más que esa chiquita no era mi hija. No era nuestra Sofi.

A pesar de haber pasado por esta situación muchísimas veces, continuamos experimentando el mismo dolor que queda arraigado internamente en nosotros al tomar conciencia que otra vez, no logramos encontrar a Sofi. Nuestros vecinos de Río Grande lloraban, nuestros amigos estaban felices, toda la gente que aún no conocemos personalmente pero que sabemos que nos acompañan en esta búsqueda permanentemente, hacían llegar muestras de alegría y felicidad por lo que estaba sucediendo. La casa de mi madre se llenó de gente, ella estaba confundida pero también lloraba de tanta felicidad.

Por un momento a pesar del dolor y el extraño sentimiento que nos queda después de habernos golpeado con la realidad una vez más, agradecimos a Dios porque a pesar que nuestra búsqueda no ha terminado, a pesar que nuestra Sofi aún no aparece, a pesar de tantos esfuerzos no logramos encontrarla, a pesar de todo el dolor y la incertidumbre que genera no saber cómo está y con quien está nuestra chiquita, a pesar de todo… nos dimos cuenta que no estamos solos. Una vez más Dios nos muestra que debemos continuar pero sentimos que lo hacemos en compañía no solo de familiares y amigos, sino de millones de personas que de alguna forma imaginan como se siente la ausencia de un hijo.

Una vez más, no pudo ser… con la certeza que llegará el día que podamos reencontrarnos con Sofía. Mientras tanto no queremos dejar de agradecer a todos los que nos ayudan acompañándonos en esta búsqueda.

Gracias a todos por no dejarnos solos en nombre nuestro y de nuestra hijita SOFÍA YASMIN HERRERA”.

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