Una de las mujeres que participaba en la marcha del 8M por el Día Internacional de la Mujer en la ciudad rionegrina de Cipolletti, besó y abrazó a las policías que enviaron para custodiar el edificio de la Comisaría Cuarta de la ciudad.
La marcha tuvo varias paradas en esta localidad: La Fiscalía, la Catedral y la Comisaría Cuarta, excentro clandestino de detención durante la dictadura.
La orden policial fue instalar un cordón de uniformadas frente al edificio para evitar pintadas. En la calle una multitud cantó consignas contra la policía, incendiaron un cartel y arrojaron basura. El reclamo contra las fuerzas de seguridad, que en su mayoría son hombres, se hizo escuchar.
Durante el momento más tenso, una joven comenzó hizo una intervención que logró trascender: se acercó a besar en la mejilla y abrazar a las jóvenes policías. Algunas de ellas intentaron sostener la mirada fija y seria, pero otras soltaron una tímida sonrisa, hasta algo emocionadas.
La intervención fue improvisada y causó un efecto inesperado entre todas las presentes. La multitud continuó su marcha hasta la marcha sin mayores desmanes. Un fotógrafo de La Mañana de Cipolletti logró retratar la escena.