Los barbijos pueden utilizarse al concurrir a lugares públicos donde las medidas de distanciamiento social sean difíciles de mantener, como ser supermercados, farmacias y bancos.
Además, el COE puso de manifiesto que no deben usarlos niños menores de 2 años ni personas con problemas para respirar o incapacitadas para quitárselos sin ayuda.
Resalta también que la disponibilidad de barbijos quirúrgicos es limitada y estos son prioritarios para el personal de salud, sanidad y seguridad, por lo cual existen alternativas para generar otros de uso comunitario como los cobertores de tela hechos de artículos para el hogar o con materiales comunes.
Sobre estos últimos, recomienda que a la hora de confeccionarlos es importante que se ajusten cómodamente contra el puente nasal y el costado de la cara, que estén asegurados con lazos o elásticos para las orejas, que incluyan al menos capas de tela para permitir la respiración sin restricciones y que se puedan lavar y secar sin daños o sin modificar su forma.