La selección Sub 23 de España venció por 5-3 a Francia y se consagró campeón olímpico de fútbol, obteniendo de esta manera la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. El partido se disputó en el Parque de los Príncipes, ante una multitud.
Para Francia era la oportunidad de darle una alegría a su gente tras la celebrada victoria sobre la Argentina de Mascherano, que demostró que las heridas del Mundial de Qatar 2022 siguen abiertas.
Del otro lado, para España, se trataba de la chance de mantener el viento a favor que le dio el título en la Euro 2024 en mayores, extendiendo su dominio a nivel mundial. Además, la oportunidad de cortar una racha catastrófica en Juegos Olímpicos: desde Atlanta 1996, llevaba 10 finales perdidas de manera consecutiva a nivel de equipo. Y la racha se cortó.
Francia salió decidido a llevarse el partido, con la mentalidad que parece haber impuesto su entrenador, el exfutbolista Thierry Henry. Con poco fútbol pero mucho empuje, los primeros minutos fueron de dominio y avance arrasador de los galos.
A los 11 minutos llegó el gol. Lo hizo Enzo Millot, que juega en el Stuttgart alemán, pero mucho se debió a la flojísima respuesta del arquero Arnau Tenas.
El 1 parecía tener controlado un remate firme, aunque no muy exigente de Millot, pero se pasó en su vuelo hacia el primer palo, la pelota le dio en sus guantes y terminó en el fondo de la red. Grito de gol y fiesta en el Parque de los Príncipes.
Duró poco la alegría en el suelo francés. España reaccionó enseguida y a los 18 minutos, tras una serie de toques rápida y al pie, con el mismo estilo que mostraron los mayores en la Euro 2024, fue Fermín López, de la cantera del Barcelona, quien definió de primera para señalar un golazo.
España fue por más, y otra vez apareció el goleador López, esta vez para aprovechar un centro, en el minuto 25. El Parque de los Príncipes pasó de la fiesta al silencio y la destrucción total en cuestión de segundos.
Es que a los 28, de tiro libre, Alex Baena la colgó de un ángulo y puso el 3-1. Un verdadero golazo para poner justicia en un partido que por momentos parecía un baile, y que por dominio y posesión hizo recordar a la final del Mundial de Qatar.
El fútbol son momentos, y más en categorías juveniles. España bajó su ritmo en el final del primer tiempo y Francia fue decidida a buscar el descuento. Lo tuvo Jean-Philippe Mateta, con un cabezazo a quemarropa, y el arquero Tenas pareció dejar atrás el blooper del primer gol, con una volada a puro reflejo que terminó el córner.
Fue una tromba Francia en esos instantes finales de la primera mitad, que tuvo siete minutos de adición, pero España pudo sostener el resultado para ir al entretiempo con la ventaja de dos goles. El mejor resumen lo dio la parcialidad local, que despidió con silbidos a su selección.
El segundo tiempo volvió a mostrar lo bueno y lo malo de Francia: muchas ganas y poco fútbol, con España controlando el trámite a puro toque. Henry intentó mover al equipo con un par de cambios, decidiendo por ejemplo la salida del experimentado Alexandre Lacazette, el delantero de 33 años que juega en el Olympique de Lyon.
La suerte tampoco estuvo con los galos: en el minuto 12, un cabezazo de Manu Kone reventó el travesaño español. Y en el 25 pudo llegar el 2-3 en un centro al área chica donde mil piernas no pudieron empujarla.
Tanto fue Francia que por fin tuvo su premio. Un tiro libre de Michael Olise desde la derecha, se desvió en la pierna de Maghnes Akliouche en el camino y se le metió por arriba al arquero. Quedaban 10 minutos en el reloj, sin contar el tiempo adicionado, que suele ser extenso en la cita olímpica.
No pudo Francia y no lo definió España, hasta que en el tiempo adicionado llegó el VAR para encontrar un penal que extendió el drama: Mateta se hizo cargo y puso el 3-3 que lleva la historia a la prórroga.
El árbitro había dado 5 minutos de adición, pero se terminaron jugando más de 8, tiempo suficiente para que España probara el travesaño francés (tras un manotazo salvador del arquero Guillaume Restes) y que Francia se perdiera el gol de la victoria con otra subida de Olise, flamante contratación del Bayern Múnich.
La historia entre Francia y España llegó al alargue, una instancia que el local ya conocía: pasó las semifinales tras empatar 1-1 contra Egipto en el tiempo reglamentario y pudo imponerse en el tiempo extra.
España volvió a mostrar de qué está hecho y tras una linda combinación, con asistencia de Sergio Gómez incluida, fue su tocayo Sergio Camello quien quedó cara a cara con el arquero francés. El futbolista del Rayo Vallecano, que ingresó en el segundo tiempo, la pinchó y salió gritando su conquista.
El gol le hizo muy bien a España, que no corrió demasiados riesgos en ese tramo final del encuentro y contó con varias chances para liquidarlo. Ese tanto tranquilizador llegó "in extremis", con Francia buscando la salvación.
Otra vez fue Camello el que quedó cara a cara con el arquero, para sentenciar la historia en un 5-3 que no dio lugar a nada más. La Roja hizo historia en Parque de los Príncipes, y Francia volvió a quedar segunda.