El alumno de segundo año del Instituto River Plate que fue expulsado por enviar por Whatsapp imágenes manteniendo un contacto sexual con una compañera "está destrozado" según el padre, quien confirmó que apelará la medida que tomó el colegio, mientras especialistas en comunicación e infancia afirman que "es hora de que los adultos se involucren en la construcción de una ciudadanía digital" de los niños y adolescentes.
La familia del chico no logró la medida cautelar que podía evitar la expulsión de su hijo del instituto que funciona en el Club River Plate porque la Cámara Nacional en lo Civil convalidó lo dispuesto por el colegio.
Ayer, el padre del alumno de 15 años que recibió la máxima sanción que puede dictar la autoridad educativa, lamentó que "nadie dio contención" a su hijo, y anticipó que apelará la medida porque el adolescente "también tiene derechos que no fueron respetados".
Según se supo, el establecimiento ejerció el derecho de admisión y el 15 de junio último expulsó al alumno de segundo año, por exhibir por Whatsapp imágenes de relaciones sexuales que mantuvo con una joven de su misma edad.
Gastón Corti, responsable legal del instituto educativo definió "la expulsión como una decisión de carácter excepcional. No es lo ideal y nosotros lo sabemos porque el chico se queda sin escuela a mitad de ciclo lectivo. Tomar esta decisión no es grato pero consideramos que la gravedad del hecho requería esta resolución".
"Esa chica que quizás aceptó la filmación en un contexto de intimidad de repente sus imágenes están en todos lados y queda un registro, el día de mañana ella se postula para ser juez o lo que sea y alguien puede retomar el video, o sea que el daño es inconmensurable".
"Es cierto. Tomar el caso como si fuera algo aislado es seguir cargando toda la responsabilidad en una sola persona, sin asumir que se trata de un problema de padres, docentes, instituciones educativas y organizaciones de la sociedad, que tienen que dejar de decir: la tecnología no es lo mío", dijo a Télam Federico Dada, representante del gobierno de Salta en el Consejo Asesor de Comunicación e Infancia (Conacai).
"Los adultos tenemos que aceptar que vivimos en un mundo con espacios digitales. Los chicos los usan, pero muchas veces no entienden el concepto de privacidad y de respeto. Somos nosotros los que debemos pensar hacia el interior de las instituciones, cómo dar ese salto para poder ayudar a la infancia y a la adolescencia a construir una ciudadanía digital basada en valores", informó Dada.
POLITICAS PUBLICAS
El especialista en Comunicación estimó que urgen políticas públicas en torno a esta problemática que no depende tanto del consentimiento o no de quien fue fotografiado o filmado, sino de un uso responsable y seguro de las nuevas tecnologías.
"Lo peor que podemos hacer es tratar cada caso en forma aislada y recomendó que los padres acompañen a sus hijos también en el espacio digital, para que aprendan a reconocer responsabilidades y roles, atendiendo al uso positivo y riesgos posibles como el grooming", completó.
Ezequiel Passerón, director de Faro Digital, ONG que busca construir un uso responsable de Internet y las redes, dijo a Télam que "todo lo que vamos publicando va construyendo una imagen, una identidad que va dejando una huella digital, que muchas veces puede circular por otros contextos y convertirse en un perjuicio imposible de resolver".
"Los chicos lo deben saber y eso también depende de los adultos", destacó Passerón.
Los chicos tienen que entender que cuando publicamos en Internet estamos construyendo una identidad que después de publicada "es muy difícil, casi imposible detenerla en su circulación", explicó Passerón.
Para que esto sea posible, añadió el responsable de Faro Digital, "hace falta que los chicos -que son los que rápidamente se han apropiado de las nuevas tecnologías- reciban por parte de padres y docentes la información necesaria para construir reglas consensuadas para la convivencia social digital".
- 30 septiembre 2016