La situación se dio con un matrimonio. La mujer, Gabriela Gaite, aseguró que “la pasamos bastante mal”. Relató que el jueves por la noche se aprestaban a regresar de la chacra a la localidad con su esposo Luis Loncón, y un empleado les comentó que no tenía leña para calefaccionarse con su familia (tiene cuatro hijos).
Loncón le sugirió que cargara un carrito con cantoneras de despunte y él se lo llevaría con la camioneta. Cuando estaban llegando a El Maitén, había un control policial cuyos efectivos les requirieron la documentación y dispusieron secuestrarles el carro, con el argumento que no estaba en condiciones para trasladar leña, a pesar que les explicaron que sólo era acarreo de cantoneras para ayudar a su empleado, que no contaba con nada para la calefacción, y no disponían del seguro porque era un carro que usan dentro de la chacra.
Los policías comenzaron a amenazar a Loncón con llevarlo preso y otros epítetos, contó Gaite. “Nos preocupa porque nuestro pueblo es chico y nos conocen todos. Un oficial le quiso pegar a mi marido, que es de físico grande y le advirtió que si le daba una piña le rompería los anteojos, la nariz y la boca, pero no es ese tipo de personas, y de ninguna manera pelearía”.
Al no poder circular con el carrito se fueron a su domicilio, y de repente llegó una comisión policial que sorprendió hasta a los vecinos. Molesta por esta acción, la mujer señaló que es un lugar donde hay personas desaparecidas, hay venta de drogas, y la policía nunca lo sabe, pero se dedica a controlar a personas trabajadoras, les quitan la leña y la reparten en instituciones.
Explicó que su marido hace transporte de leña pero con la documentación pertinente al día y en este caso insistió que llevaban cantonera para ayudar a un vecino. “Pero acá persiguen al trabajador, y el delincuente sigue libre caminando por las calles”, afirmó Gaite.
Durante la presencia policial en su casa, un efectivo filmaba, y “me amenazó diciéndome que me podía pegar en cualquier lado. Consulté a mi abogado, y me recomendó que denunciara en la Comisaría de la Mujer”.
El video obtenido en la discusión la propia policía lo viralizó por las redes sociales. En el episodio salieron los vecinos a observar qué ocurría y los hijos de la familia se pusieron nerviosos, y una chica menor comenzó a llorar ante lo que se registraba. Gaite reconoció que dos efectivos trataban de apaciguar.
A su esposo le subió la presión a 22 y debió ser llevado al hospital para control. “Basta de atropellos a la sociedad”, enfatizó la mujer dando cuenta que este lunes Loncón viajó a Lago Puelo a realizar una denuncia en la Fiscalía.
El episodio ocurrió el jueves a las 20. El viernes a las 11 fueron policías a allanarles la casa porque un integrante del procedimiento de la noche anterior había perdido la gorra y una linterna. Asistieron la División Criminalística y el Jefe de la Comisaría, quien -sostuvo la mujer- intentó endilgarle la culpa de lo ocurrido a la familia. Reflexionó que es muy triste lo que les tocó vivir, y dijo que lamentablemente le pareció a cuando estaba la dictadura y controlaba todo en la vía pública, cuando allí se conocen todos.