Fue poco antes de las 4 del lunes, cuando Soria sorprendió a todos durmiendo. A ella la golpeó, mientras mató a su suegra –Lidia Peralta-, a su cuñado – Gustavo Contreras-, un apreciado bombero voluntario, y a Yasmin Contreras, hija de Fabiana. Además, el homicida hirió de gravedad a otro hijo de su ex pareja. Finalmente se suicidó en la misma vivienda en la que también estaban sus dos hijos menores, una cuñada y un sobrino, quienes resultaron ilesos. Utilizó su arma reglamentaria, una pistola 9 milímetros.
De acuerdo a la reconstrucción efectuada por la Justicia, Soria entró por la ventana del comedor. Se dirigió a la habitación de Gustavo y lo asesinó de dos disparos, uno en el tórax y otro en la ingle. Luego le pegó un culatazo en la cabeza a su ex pareja Fabiana –quien se hallaba con los hijos de ambos, de 8 y 9 años- y siguió su recorrido por la casa para asesinar de dos tiros a su ex suegra Lidia, quien descansaba en su cama.
Además de asestarle un tiro en la cabeza a Yasmin, hirió de tres disparos a Lautaro, quien alcanzó a escapar de la vivienda. Anabella, quien estaba junto a sus hijos, también recibió un disparo, pero el asesino esta vez no tuvo puntería.
Soria dejó una última bala y se voló la cabeza cerca del lugar por el que había ingresado.