Emmanuel Gigliotti, a los 2 minutos del primer tiempo, inauguró el marcador para el conjunto que dirige Ariel Holan.
Ya en el complemento, Martín Benítez aumentó la diferencia, a los 15, en tanto que Diego Mendoza descontó para la formación de Parque Patricios, a los 37 minutos. Nuevamente Gigliotti, a los 45, colocó las cifras definitivas en el marcador.
El conjunto de Avellaneda comenzó el encuentro a todo ritmo y producto del mismo consiguió colocarse en ventaja cuando aún no habían transcurrido ciento veinte segundos, a través de un pase "quirúrgico" del ecuatoriano Fernando Gaibor al implacable Gigliotti, quien de primera tomó caminando a Marcos Díaz definiendo a su izquierda.
Desde la apertura del tanteador hasta el primer cuarto de hora inicial el local estuvo muy cerca de reflejar su ostensible dominio en la red mediante una goleada que merecía con creces pese al escaso tiempo de juego llevado a cabo.
Con un Gigliotti muy activo, sumado a la desconocida capacidad del hoy brillante Gaibor y a la prodigalidad de Nicolás Domingo, Independiente desnudó con suma facilidad los inocultables desacoples de la última línea defensiva del conjunto "Quemero", que de no mediar algunas tapadas providenciales de Marcos Díaz y cierta impericia "Roja" en la definición hubiera sido literalmente humillada en ese lapso.
Promediando la etapa el "Globito" equilibró de a ratos pero siempre dio la sensación de que el dueño de casa estaba más cerca del segundo que su rival de nivelar el resultado antes de retirarse al entretiempo.
Apenas algunas grageas de talento del colombiano Andrés Roa no hallaron correlato en los intrascendentes Lucas Gamba y Andrés Chávez en ofensiva mientras el dueño de casa respondía mediante filosos contragolpes.
El inicio del complemento no fue más que la prosecución en el desarrollo de un Independiente dominante ante un adversario extrañamente sin brújula desde lo táctico, tomando como punto de referencia que habitualmente un equipo que conduce Gustavo Alfaro no suele mostrarse tan desordenado en ese ítem.
El segundo tanto de Independiente prácticamente ahuyentó las dudas respecto al ganador del partido y le dio a la última media hora del dueño de casa un lucimiento que no hizo más que agrandar la total impotencia de su desbordado adversario.