Juzgarán al agente penitenciario que baleó la casa de su expareja

El agente penitenciario que vació dos cargadores del arma reglamentaria contra la casa donde se encontraba su exmujer y la actual pareja de esta, todos pertenecientes a la misma fuerza, será juzgado por tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, amenazas y daños. El debate está a cargo de un tribunal colegiado y dará comienzo el 24 de este mes en Rawson.
El agente del Servicio Penitenciario Federal, Rizaldo Pena, quien en diciembre del año pasado vació dos cargadores de su pistola contra su exmujer y la actual pareja de esta, quienes se encontraban en el interior de una casa del Area 12 de Rawson -y por fortuna no llegó a lesionar a nadie-, será juzgado por un tribunal colegiado a partir del 24 de este mes.
Según se informó ayer desde la agencia de prensa del Ministerio Público Fiscal de la capital provincial, fueron presentados un total de 12 testigos para declarar en el juicio, cuyo tribunal estará integrado por los jueces Fabio Monti, Mirta Moreno y José García.
El imputado llegará a esta instancia con arresto domiciliario, medida morigerada que viene cumpliendo desde diciembre del año pasado, cuando se produjo el ataque. La causa tiene como juez natural a Ana Servent, quien le sugirió al imputado que realice un tratamiento psicológico a raíz de lo vertido por una profesional en una pericia psiquiátrica que consta en el expediente.

TRES AGENTES
Y UN AMOR
El caso comenzó a ser investigado por la fiscal general Graciela Suárez García y la funcionaria de fiscalía, Patricia Cárcamo. En el debate la fiscalía estará representada por el fiscal general Sergio Ferrín y se puede decir que la causa tiene como protagonistas a tres agentes del Servicio Penitenciario Federal. El imputado se llama Rizaldo Pena, su exmujer Silvia Guzmán y la actual pareja de esta, Germán Chaparro.
De acuerdo al relato fiscal, el episodio que motivó la causa que será ventilada en juicio ocurrió el 16 de diciembre cuando Guzmán y Chaparro se encontraban en una casa del Area 12 de Rawson, ocasión en la que sintieron fuertes golpes en la puerta. Al acercarse Chaparro observó que en el exterior y portando un arma de fuego se encontraba Pena, quien de manera inmediata comenzó a disparar contra la puerta que Chaparro alcanzó a cerrar.
Tras agotar un cargador, el agresor se dirigió a su vehículo a buscar otro y los disparos también fueron realizados desde una ventana. Al romper el vidrio se produjo un corte con manchas de sangre que quedaron en una cortina y de allí surgió la prueba de ADN que lo compromete.
Algunos de los disparos, además, atravesaron el interior de la casa y fueron a dar al patio.
Las pericias balísticas determinaron que los disparos fueron realizados a una altura superior a un metro, lo que de haber dado en la humanidad de una persona podrían haber tenido graves consecuencias. También con un cuchillo tipo comando, dañó los vidrios de los vehículos de su exmujer y de Chaparro que se encontraban en el exterior de la casa.
Una vez que concluyó el ataque, Pena se alejó del lugar y al advertir la llega de la policía prefirió fugar hasta que finalmente fue detenido. La persecución consta además en las cámaras de filmación colocadas en las calles de la ciudad.
El imputado fue sometido a distintas pericias, entre ellas una psicológica, en cuyas conclusiones la psicóloga Patricia Fernández afirmó que se muestra “escasamente asertivo en la resolución de los conflictos”.
"Apegado a un estereotipo machista, su conducta es rígida. Se registran síntomas de tipo fóbico y hostilidad excesivamente controlada, con dificultades para la expresión de la ira o el enojo”, sostuvo la profesional en su informe y sugirió “acompañamiento terapéutico”.
En su momento, durante el proceso de investigación, para la fiscal general Graciela Suárez García, lo ocurrido fue mucho más que “un día de furia”. Allí destacó la necesidad de prevenir hecho de violencia de género graves "como los que ocurren a nivel nacional" y que periódicamente son tapa de los diarios. Suárez García dijo: “un solo día de furia le puede costar la vida a toda una familia”.

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