Boca Juniors perdió la final de la Copa Libertadores en el Maracaná ante Fluminense y no pudo obtener la séptima estrella de su historia. En un encuentro que se definió en el tiempo suplementario y se vivió con mucha tensión hasta los últimos segundos, el técnico Jorge Almirón intentó la heroica con un cambio llamativo. A falta de 8 minutos decidió sacar a Nicolás Figal, quien manifestó su enojo, en reemplazo de Bruno Valdéz.
El defensor paraguayo fue una de las seis variantes que realizó el entrenador y su ingresó al campo de juego se dio en una situación particular que el mismo jugador se encargó de relatar en un medio de su país. Ante la falta de delanteros de área en el banco de los suplentes (solamente estaba Darío Benedetto en cancha), Valdéz le hizo un pedido especial a Almirón para ser parte de la final.
“Entré de nueve. Lo que pasa es que ahí en los últimos minutos el profe (Almirón) miró hacia atrás. Yo tenía unas ganas inmensas de ingresar y no teníamos delanteros. Le dije al profe si en los últimos diez minutos podía meterme de nueve para ir a buscar los centros. Tenía mucha confianza en mí y lastimosamente no me quedó ninguna jugada”, contó el zaguero en el programa Versus de radio Universo de Paraguay.
El defensor de 31 años, que llegó desde el América de México, confirmó que Almirón, técnico que renunció a las pocas horas a su cargo, le hizo caso y lo mandó a la cancha a buscar el empate. “En la calentura, miré al banco, a los muchachos que estábamos ahí alentando y se me cruzó por la cabeza decirle al profe de meterme en los últimos diez minutos y me hizo caso. Me dio la oportunidad de jugar la final”, completó.