Lorena Paredes todavía se mareaba ayer cuando se paraba para caminar por los pasillos del Hospital Regional. Durante toda la noche del jueves y madrugada de viernes la única que estuvo a su lado fue su madre. El policía que debía resguardarla nunca llegó.
La custodia policial que supuestamente había solicitado la Fiscalía a partir del pedido de la propia víctima por temor a un nuevo ataque no estaba para darle seguridad, como pudo comprobarlo El Patagónico en el centro asistencial.
Mientras tanto, a raíz de la repercusión pública que tuvo el caso, el fiscal jefe Juan Carlos Caperochipi comenzó a trabajar ayer por la mañana en un instructivo para la Agencia de Violencia de Género que encabeza la fiscal María Laura Blanco. Ordenó que se pida una nueva audiencia a la jueza de la causa y que desde el Ministerio Público esta vez se pida la prisión preventiva de Luis Vidal. Además, se incorporarán mayores indicios a la causa con nuevas entrevistas a la víctima y otras pruebas.
Es que ayer Lorena fue entrevistada por la Fiscalía y brindó mayores detalles. Eso puede llevar a reconfigurar la causa. Hay que recordar que la víctima denunció el jueves a través de este diario que su expareja había violado la medida de prohibición de acercamiento, al ir al Hospital Regional y sacarse una fotografía en los pasillos del primer piso.
Después de la brutal agresión que Lorena sufrió el martes a la madrugada, la detención del sospechoso se produjo recién un día después y luego de la audiencia de control recuperó rápidamente la libertad. Fue porque la funcionaria de fiscalía Cintia Iglesias no solicitó su prisión preventiva a la jueza Mariel Suárez.
La acusadora pública no pidió esa medida porque se basó en el informe médico que indicaba la existencia de lesiones leves, un delito que en caso de ser llevado a juicio tiene una pena menor a los tres años, es decir de prisión en suspenso.
Sin embargo, frente a las imágenes publicadas por El Patagónico con el rostro de Lorena desfigurado y el pedido de la víctima de que la Justicia haga algo antes de que sea tarde, el propio jefe de Fiscales, al tomar conocimiento de los pormenores del caso, dio instrucciones para seguir con la causa y se espera que hoy sábado se realice una nueva audiencia de control de detención y se solicite la prisión preventiva de Vidal.
Lorena ayer desde el Hospital Regional en donde la visitó una asistente social y luego una funcionaria de fiscalía, pedía el cambio de caratula en el caso y que detengan a su expareja. “¿Qué me tiene que romper la cabeza o terminar lo que no pudo hacer para que lo detengan?” se preguntó.
El defensor público Ricardo Amado Coelho, quien asiste a Vidal, admitió que la calificación puede ser cambiada si la Fiscalía reúne nuevos indicios en la investigación.
Amado Coelho ayer puso énfasis en señalar que tanto el imputado como la víctima tenían prohibición de acercamiento mutuamente dispuesta por el Juzgado de Familia.
La agresión, según denunció Lorena, se produjo durante la madrugada del martes cuando ella acudió a la casa de la madre de Vidal para pedirle que intercediera y que su hijo dejara de acosarla. “La denunciante tenía una prohibición de acercamiento y por esta desobediencia judicial se comienza a proceder”, afirmó el defensor del imputado.
En ese sentido, ayer la víctima cuestionó cualquier justificación. Denunció que los policías de la Seccional Sexta que llegaron durante la madrugada del martes hasta la casa de la madre de Vidal, en el barrio San Cayetano, le reprochaban a ella en el patrullero por haberse acercado hasta esa vivienda.
Criticó que en lugar de llevarla al hospital la trasladaron a la Comisaría Sexta para luego llevarla a Comisaría de la Mujer. “Yo quería que me lleven al hospital porque estaba atontada y no escuchaba nada, no veía nada”, sostuvo la mujer que relató que había sido golpeada con un hierro en los ojos y luego en distintas partes del cuerpo.
Por ese accionar de los efectivos, que tampoco procedieron a la detención en flagrancia del sospechoso, podría abrirse un sumario interno en busca de deslindar responsabilidades, reconocieron autoridades policiales.