Fue parte de su discurso en Casa de Gobierno ante intendentes, legisladores, empresarios y sindicalistas a los que convocó para poner en situación sobre la crisis financiera que atraviesa Chubut y que tiene su punto de máxima tensión en el pago de haberes a los empleados públicos: aún no se sabe cuándo se terminará de pagar el mes de agosto.
Arcioni manifestó que “es nuestro deber institucional presentar las objeciones y reclamos por el impacto que estos decretos tendrán sobre la economía y finanzas de la Provincia, sobre la cadena de valor, en especial hacia todas las empresas PyMEs, contratistas y proveedores vinculados a la industria del petróleo”.
“Estamos logrando el desendeudamiento y ordenamiento de las cuentas públicas, jerarquizando al empleado público, con el haber medio previsional más alto de las cajas provinciales no transferidas a Nación, saneando la deuda de SEROS, invirtiendo en obras de salud y educación”, manifestó el gobernador como si estuviera en campaña, ya que algo parecido repetía antes de la elección del 9 de junio, en la que fue reelecto junto a Ricardo Sastre como compañero de fórmula.
“Nadie puede decirnos que no somos responsables, por eso resalto a pesar de que disiento 100% de la forma de reclamo, que muchos gremios no quieren politizar. Les pido que nos ayuden, que no perjudiquen más la actividad productiva porque perjudica la provincia. Para mí la mesa de concertación política es esta, no entre 4 o 5, necesitamos el compromiso de todos y cada uno”, expreso Arcioni.
“Acompañen, apoyen, tenemos que estar unidos porque se avecinan tiempos muy buenos para la provincia y el país”, finalizó ante el descreimiento generalizado.