Los Ibáñez seguirán detenidos hasta que se realice el juicio por el crimen de Nahuelmilla

Los cuatro integrantes de la familia Ibáñez que serán llevados a juicio oral y público por la tortura y muerte de Alan Nahuelmilla, continuarán en prisión preventiva. Así lo resolvió el viernes la jueza que revisó la medida. Nahuelmilla tenía 17 años y durante la noche del 14 de abril de 2018 fue secuestrado junto a un amigo. Los torturaron para que confesaran dónde estaba un televisor que había sido robado de la casa de uno de los Ibáñez. Falleció a las pocas horas de haber sido hospitalizado.A

Angel Eduardo, Sebastián, Kevin Edgardo y Marcelo Fabián Ibáñez continuarán en prisión preventiva hasta la realización del juicio por el homicidio de Alan Nahuelmilla. Se trata de un grupo de familiares que está acusado por el delito de “privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida contra un menor de edad, agravada por el número de autores y seguido de muerte dolosa, y lesiones leves respecto de B. G. en concurso ideal”. Para la Fiscalía, todos participaron de la privación ilegal y la muerte de Alan.

El viernes los Ibáñez comparecieron en una audiencia en la que se trató la revisión de la prisión preventiva que viernes cumpliendo y la jueza Mariel Suárez –quien subrogó el viernes al juez natural de la causa Alejandro Soñis- confirmó que seguirán detenidos hasta la realización del debate, cuya fecha debe confirmarle.

Según la acusación de la fiscalía, Alan Nahuelmilla y un amigo B.G. –testigo y sobreviviente- circulaban durante la noche del 14 de abril de 2018 por la calle Los Duraznos, en zona de Quintas del barrio Máximo Abásolo, cuando fueron emboscados por los cuatro imputados, quienes estaban armados.

De acuerdo al relato de la parte acusadora, los Ibáñez redujeron a los jóvenes y ataron con una soga para luego arrastrarlos con una camioneta. De esa manera, los trasladaron hasta la vivienda de uno de los Ibáñez. Una vez en el lugar los sometieron a diversos tipos de castigos físicos, como puntapiés y golpes en la cabeza, incluso fueron golpeados con una pala. Asimismo, uno de ellos le cortaron las orejas con un alicate en reiteradas oportunidades.

Los tormentos también consistieron en desnudarlos y arrojarles agua fría. En medio de la tortura, el testigo contó que los secuestradores incluso disparaban al aire y amenazaban con matarlos mientras les reclamaban que les dijeran dónde estaba el televisor que les habían robado. Todo duró unas cuatro horas, mientras grababan con un teléfono celular la agresión.

Ya en la madrugada del domingo 15 de abril -continúa la acusación de la fiscalía- los imputados se retiraron del lugar junto a Nahuelmilla, arrastrándolo hasta el domicilio de uno de sus tíos donde lo abandonaron. Al regresar al lugar en el que aún mantenían retenido a B. G. continuaron golpeándolo, hasta que alrededor de las 8 lo liberaron, no sin antes amenazarlo para que no denunciara lo sucedido.

B.G. fue entonces hacia su domicilio y desde allí lo trasladaron al Hospital Regional, centro asistencial al que ya había sido llevado por sus familiares Nahuelmilla, quien luego de unas horas falleció por “traumatismo grave de cráneo por hemorragia intra-cerebral a causa de los golpes recibidos”.

El Ministerio Público Fiscal quiere que el tribunal de juicio escuche al testigo y sobreviviente. El juez natural de la causa, Alejandro Soñis entendió que las pruebas presentadas por la Fiscalía hacen suponer la probabilidad de autoría de los acusados por lo que elevó la causa a debate. Los Ibáñez arriesgan una pena de prisión perpetua.

Desde la defensa de los acusados, el abogado Mauro Fonteñez no se opuso el viernes a la continuidad de la prisión preventiva que ya había sido tratada en la audiencia preliminar. Sin embargo, expuso que hay hechos controvertidos que solo serán dilucidados en el juicio oral, además de reiterar la inocencia de sus asistidos.

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