Luchaba por la salud de su beba y los encontraron a todos muertos

El caso de la familia Jason conmueve a Estados Unidos.

Los encontraron a todos muertos en su casa de Pensilvania. La familia completa: Mark Jason, de 40 años; su esposa Megan, de 33, y sus tres hijos: Lyanna, de 8; Marcos, de 5; y Willow, de solo 2. Cada uno de ellos tenía heridas de bala.

El caso de la familia Jason conmueve a Estados Unidos porque hasta hace pocos meses habían aparecido en los medios por su conmovedora lucha por la salud de su hija menor, quien había sido sometida a un transplante de corazón a los pocos días de vida.

"Todavía puedo sentir las emociones y el miedo cuando los médicos me dijeron que no iba a sobrevivir a la hemorragia masiva que estaba experimentando después de la cirugía", había contado Megan, que no soportaba ver el sufrimiento de su beba.

Willow padecía un trastorno cardíaco congénito grave y a la familia le costaba conseguir los remedios necesarios para el crecimiento de la nena.

EL HALLAZGO

El último sábado, Megan tenía una cita para almorzar con su madre a la que nunca se presentó. Como tampoco contestaba el teléfono, la mujer contactó a la policía de Sinking Spring, en las afueras de Pensilvania, que llegó a la casa y se encontró con un panorama escalofriante. Junto a los cuerpos de la pareja estaba el arma y una nota manuscrita que daba detalles sobre la secuencia de homicidios-suicidio.

Aparentemente, la pareja no pasaba por un buen momento, pero la policía no dio más detalles sobre quién habría cometido los asesinatos.

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