Después de múltiples especulaciones sobre su futuro político, con un video grabado, el expresidente Mauricio Macri anunció este domingo a las 10 que no competirá en los comicios de este año. A través de este posteo publicado en sus redes sociales y en el que transmitió un mensaje hacia el interior de Juntos por el Cambio, con fuertes críticas a la gestión nacional, el referente de Pro aseveró: “Quiero ratificar la decisión de que no seré candidato en las próximas elecciones”.
Con toda seguridad, influyeron en su decisión las encuestas que le dan un bajo porcentaje de preferencia entre el electorado que no olvida su pésima gestión entre 2015 y 2019, cuando además de recortes y apertura indiscriminada de exportaciones que afectaron la industria local, como frutilla del postre sumó atar la suerte del país a una deuda externa casi impagable con el FMI, que fue la génesis de la actual situación económica que se vive.
Sin embargo para Macri, la culpa es de los otros. Así lo refleja en su mensaje carente de autocrítica alguna. “Queridos argentinos, comparto con todos ustedes la certeza de que la Argentina actual está en un estado difícil de reconocer. Estamos a la deriva, sin conducción, aislados del mundo, solos. La angustia que produce esta situación se ubica en el medio del pecho, es ahí donde millones de argentinos sienten el miedo de quedar sin trabajo. El miedo a necesitar ayuda para la salud y no conseguirla, a que la jubilación no alcance, a que nos roben, a que nuestros hijos se vayan del país”, afirma quien desde que dejó la Presidencia se la pasó viajando por el mundo.
“Es el temor a que todo empeore aún más y convierta el futuro en una amenaza, en vez de esperanza. Pero tengo la convicción de que este tiempo oscuro ya empezó a terminar, lo siento en el corazón y confío en la decisión de los argentinos de dejarlo atrás para siempre”, añadió.
“Sé que millones de personas tienen el deseo de que volvamos a trabajar juntos en la dirección que comenzamos allá por 2015 y que tristemente se interrumpió en 2019. ¿Pero cómo llegamos a estar así? Son muchas las razones, pero quiero plantear una que venimos repitiendo hace décadas. Hace casi 80 años, una parte importante de la sociedad argentina eligió creer en líderes mesiánicos, personajes que supuestamente nos salvarían y nos llevarían a una vida mejor. Muchos argentinos de buena fe depositaron sus esperanzas en ellos y les dieron la posibilidad de producir los cambios que necesitaban. Pero este tipo de liderazgo terminó siendo muy dañinos para el país. Les dio un poder desproporcionado a personas tan falibles como cualquiera”, acotó en obvia referencia al peronismo.
“Este liderazgo paternalista desalentó a los argentinos a asumir su propia responsabilidad, su propia responsabilidad en los cambios que querían para su vida. Y esa subordinación nos trajo hasta acá. A un país con la mitad de los argentinos pobres, con la economía arrasada, acechados cada vez más por el narcotráfico. Nunca creí en ese modelo, porque se fundamenta en el caudillismo, en el capitalismo de amigos, en una forma autoritaria de gobernar. Yo creo en los individuos, en ustedes, trabajando en conjunto”, agregó quien cuando fue gobierno solo favoreció a su casta y a sus amigos.
Antes de concluir su mensaje, puso a la selección de fútbol como ejemplo. “Me escucharon mil veces hablar de la importancia de los equipos, de la sana competencia que hace emerger a los mejores. Hace unos meses los argentinos fuimos enormemente felices gracias al triunfo de la selección argentina en Qatar. La selección apostó a un liderazgo de equipo, de conjunto, apostó a la suma de individuos detrás de un objetivo, aun teniendo en la cancha al mejor jugador de toda la historia de la humanidad, pero el resto no esperó que fuera él quien aseguraba la victoria. Cada uno de los jugadores asumió por completo el desafío. Todos brillaron, todos sufrieron, todos lucharon y al final todos ganaron. No ganó el líder, ganó el equipo. Y así ganamos todos los argentinos. Este éxito fue producto de una responsabilidad compartida”.