La Policía de Santa Cruz apartó a doce efectivos de la Comisaría Cuarta de Caleta Olivia debido a su deficiente actuación en el operativo por el femicidio de Antonella Aybar, ocurrido el pasado 16 de mayo en esa ciudad.
La medida fue tomada por la División de Asuntos Internos tras una investigación preliminar que detectó irregularidades en el accionar policial durante las horas críticas en que se cometió el crimen.
El hecho fue confirmado por Mario Aybar, padre de la joven asesinada, quien recibió la información por parte del juez Gabriel Contreras. Según explicó el magistrado, se trató de una intervención directa de la unidad encargada del control interno de la fuerza.
Antonella Aybar, de 25 años, fue asesinada por su pareja, Nicolás Moyano, quien luego se quitó la vida dentro del domicilio que compartían en el barrio 13 de Diciembre. Durante el ataque, la madre del agresor, Estela Ganga, resultó herida al intentar defender a su nuera. Ganga, de 53 años, fue trasladada al Hospital Zonal con una herida de arma blanca en la axila.
POLICIAS NO QUISIERON ENTRAR
De acuerdo a lo que consta en la causa, la Policía fue alertada a las 6:40 de la mañana mediante un llamado al 911, realizado por un vecino que asistía a Ganga, quien se hallaba en ese momento tendida en la vereda frente a la vivienda de calle Escocia al 900.
A pesar de que la mujer pidió expresamente a los uniformados que ingresaran al domicilio, estos no lo hicieron. En lugar de ello, dejaron una consigna en el lugar y comenzaron un rastrillaje, bajo la presunción de que la pareja había huido en moto.
Recién pasado el mediodía, y tras haber recibido una orden judicial, los efectivos finalmente accedieron a la vivienda, donde encontraron los cuerpos sin vida de Antonella y Moyano. El comisario Elbio Ramírez intentó justificar la demora: “No podíamos ingresar al domicilio porque no teníamos orden judicial, que finalmente llegó cerca del mediodía”.
Sin embargo, fuentes judiciales desmintieron esa versión. Aseguraron que nunca se solicitó una autorización formal y que, incluso en caso de peligro inminente, los agentes no sólo estaban habilitados para entrar, sino que tenían la obligación legal de hacerlo. Esta contradicción reavivó las críticas a la actuación policial y motivó que el Ministerio de Seguridad de la provincia anunciara, el 21 de mayo, una investigación formal sobre los hechos.
Entre las medidas ordenadas recientemente, se destaca una pericia forense clave: establecer la hora exacta de muerte de Antonella.
“El objetivo es saber exactamente cuándo falleció mi hija porque hay varias hipótesis sobre la línea de tiempo. No cierran los horarios”, explicó Mario Aybar en diálogo con El Diario Nuevo Día.
Por ahora, la familia de la víctima no cuenta con abogado querellante, aunque el padre mantiene acceso total al expediente. “Mientras vea que el juez trabaja correctamente y no haya nada turbio, seguiré peleándola solo”, afirmó.
La autopsia reveló que Antonella estuvo viva mientras era ahorcada durante dos minutos por su agresor. Su femicidio fue el primer homicidio del año en Caleta Olivia y, el pasado 3 de junio, su nombre estuvo presente en la marcha local por los 10 años del movimiento Ni Una Menos, que desde 2015 exige justicia y políticas eficaces contra la violencia de género.