"Ser antiperonista en 1837, antes del peronismo, tiene algún tipo de mérito"

Caparrós aseguró que de Echeverría le interesó "esa mezcla de ambición desproporcionada con su talento porque fue alguien que quiso hacer mucho más de lo que era capaz de hacer".
El escritor y periodista Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) estaba buscando "escribir una vida" y eligió la de Esteban Echeverría, autor de "El matadero": alguien que "quiso repensar el pequeño país en el que le había tocado embarrarse", ya que para el autor de "Lacrónica" y "El hambre" "el papel más interesante que le queda a un intelectual es el de poner en cuestión aquello que parece haber sido pensado".
En diálogo con Télam Caparrós habló sobre su última novela, llamada sencillamente "Echeverría", en la que define al escritor romántico como "el primer cronista argentino, el primero que intentó hacer un relato de sus zonas más turbias, y también el primer antiperonista, uno que no necesitó a Juan Domingo Perón para empezar a serlo".
Durante su paso por la Argentina (actualmente vive en Madrid) y antes de la presentación del libro en la Biblioteca Nacional, Caparrós aseguró que de Echeverría le interesó "esa mezcla de ambición desproporcionada con su talento, porque fue alguien que quiso hacer mucho más de lo que era capaz de hacer".
- Télam: ¿Por qué Echeverría?
- Martín Caparrós: Por casualidad, por azar, como casi todo en realidad. Tenía ganas de escribir una vida. Se me había ocurrido que era una forma que tenía ganas de trabajar pero no tenía claro qué vida y para qué. Por casualidad estaba presentando una colección de clásicos publicados por el ministerio de Cultura mexicano en Guadalajara y había una cantidad de libros de esa colección. Faltaban diez minutos, empecé a ojearlos y uno era "El Matadero". Empecé a mirarlo, lo había leído y parecía ser un gran relato y una gran crónica argentina. Diría que la primera gran crónica argentina. Después me llamó la atención que parecía un relato fuertemente antiperonista y me interesó. Serlo en 1837, antes de que se inventara el peronismo, tiene algún tipo de mérito.

-T: Nombrás a Rodolfo Walsh en la novela y justamente son dos figuras que tienen una relación con lo popular muy diferente.
-MC: Me hace pensar en Walsh por el cruce por el Río de la Plata, porque en uno de sus últimos relatos hay un hombre que quiere cruzar a pie el Río de la Plata y pienso en esa gente cruzando el río una y otra vez para escaparse. Pero hay relaciones que van más allá como el intento fallido al participar en política frente a distintas formas de dictadura, que en Walsh terminó en la muerte y en Echeverría en exilio y muerte. También un intento de forma de escritura que diera cuenta de lo real de otra manera. En el caso de Walsh más exitosa y en el caso de Echeverría de una manera ambigua, porque lo consigue pero no sabe que lo consigue. Escribe "El Matadero" pero no le parece digno de imprenta.

LA POLITICA Y LO POPULAR
-T: La relación de Walsh con el peronismo y de Echeverría con Rosas es muy distinta.
-MC: Walsh era fuertemente antiperonista en los años ´50 y se encontró una manera de ser peronista que es la que descubrió la izquierda argentina en los años ´70, que le permitió un acercamiento a lo popular. En la época de Rosas no hubo un sector progresista que encontrara una manera de acercarse a lo popular. El discurso de Echeverría sería lo que hoy decimos un discurso progresista, defiende a los más pobres, dice que los usan para el ejército y después les prometen tierras y no les dan nada. En ese momento lo popular está fuertemente hegemonizado por el rosismo. Habría que estudiar más qué significa lo popular, lo populista, las formas en que la política quiere apoderarse de la cultura del pueblo y cómo quienes lo hacen no vienen del pueblo sino que tratan de cristalizar sus formas tradicionales, se la adjudican al pueblo y arman un discurso político que muchas veces les permite ocupar espacios de poder.
-T: Echeverría es pensado como un intelectual que se relaciona con la política. ¿Cómo ves la relación entre los intelectuales y la política hoy?
-MC: El gobierno anterior tuvo el apoyo de algunos intelectuales interesantes que hicieron el esfuerzo de producir un aparato discursivo que pudiera acompañar la falta de práctica de izquierda. Trataban de explicar que había un gobierno que estaba cambiando las estructuras sociales en la Argentina. Ahora veo falta de debate, de poner en discusión. El papel más interesante que le queda a un intelectual en esta época es el de poner en cuestión, repensar aquello que parece ya haber sido pensado. Es lo que Echeverría hacía: él quiso repensar el pequeño país en el que le había tocado embarrarse.

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