En plena cuarentena, una mujer de 85 rompió el aislamiento social para ir a tomar sol en los bosques de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires.
Apenas se recostó en su reposera fue rodeada por varios policías. Tras una discusión y ante la posible detención, la mujer volvió a su casa cruzando la Avenida Libertador.
La mujer le argumentó a la policía que debía tomar sol para mejorar su estado de salud. Había pedido que la dejen tomar sol "hasta las 15.20". A esa hora se levantó y se fue.