Durante la jornada que se realizó en el Instituto Superior de Seguridad Aeroportuaria (ISSA) en presencia de personal policial y civil de la PSA, Aníbal Fernández deseó para el futuro de la fuerza una continuidad de compromiso y vocación. “Realmente nos importa la vida y el bienestar de nuestros hombres y mujeres”, dijo el ministro.
“Hace muchos años me llamó el entonces presidente de la Nación Néstor Kirchner para decirme que debíamos construir una nueva fuerza policial más civil que las otras”, dijo Fernández. “¿Qué es lo que pretendíamos hacer en ese caso? Una fuerza que tuviera la responsabilidad de trabajar en principio en el cuidado de la ciudadanía en los vuelos, los aeropuertos, y que poco a poco fuera creciendo todos los días, agregándole tareas y responsabilidades que hoy se cumplen con mucha eficiencia y con mucha seriedad. Me siento orgullosísimo de que así sea”.
La ley 26.102 sancionada el 31 de mayo de 2006 marcó el nacimiento oficial de la PSA y estableció un nuevo modelo de gestión de la seguridad aeroportuaria, generando una experiencia institucional novedosa con mando civil y control policial externo.
“La ley que hoy cumple un nuevo aniversario nos permitió integrarnos al resto de los organismos públicos que están abocados a garantizar el derecho a la seguridad, con la especificidad que tenemos las fuerzas federales; es decir prevenir, investigar, y conjurar o más bien neutralizar los delitos federales”, dijo Glinski. “Es la fuerza de la democracia argentina la que permitió que la PSA se integre al resto del sistema federal de seguridad porque es la democracia la que tiene que tener fuerza para poder llevarle a cada uno y a cada una de los habitantes de nuestro territorio la tranquilidad que se merecen”.
LA LEY DE TASA AEROPORTUARIA
El director nacional se refirió a la ley de tasa aeroportuaria, que posibilita un presupuesto específico para la PSA. “Con el acompañamiento del gobierno nacional conseguimos un anhelo histórico. La tasa de seguridad aeroportuaria significa para esta comunidad a la que pertenecemos un salto importante: tenemos la convicción de que se terminaron los tiempos de mendigar para pasar a una acción concreta y que vamos a tener las herramientas que efectivamente necesitamos para llevar adelante nuestra tarea”, sostuvo el funcionario.
Glinski puso en valor el trabajo cotidiano de los hombres y mujeres que componen la fuerza y rescató la importancia de compensar esa labor con remuneraciones acordes. Indicó al respecto que “no podemos garantizar el derecho a la seguridad ni darle tranquilidad a quienes tenemos que proteger si no estamos tranquilos nosotros. Resulta imprescindible entender que los hombres y mujeres que integran las fuerzas de seguridad son también trabajadores y trabajadoras, y merecen gozar de los mismos derechos que gozamos el resto de los ciudadanos de a pie, incluso con la particularidad del caso, y con el riesgo que uno asume cuando decide una carrera dentro de una policía”.
Durante el acto se dedicó un minuto de silencio a la memoria del oficial principal Rolando Abel Ramírez, que perdió la vida mientras cumplía con su deber, y se lo promovió al grado jerárquico inmediato superior. Luego se entregaron presentes institucionales a las y los oficiales que recibieron la máxima jerarquía dentro de la PSA: comisionados generales Guillermo Fornés, Bernardo Ribeiro, Christian Castrichini, María Lorena Andersch, Mariano Stabile Villanustre y María de las Mercedes Blanco.
También se entregaron a diversos oficiales la medalla al mérito por el profesionalismo y vocación de servicio en el desempeño de sus funciones, y la medalla al valor en reconocimiento al acto de valentía y arrojo en cumplimiento del deber policial. Luego los veteranos de la Guerra de Malvinas, el subinspector retirado Germán Chamorro y el oficial principal Rodolfo Enriquez, recibieron de manos del maestro orfebre Juan Carlos Pallarols “La Rosa por la Paz”, en representación de todos los veteranos de la fuerza.