El espectáculo artístico también se constituyó en un en homenaje a la memoria de quien fuera el presidente de la comisión de fomento, Jorge Soloaga, fallecido el pasado 2 de mayo. Hubo stands de manualeros, emprendedores y propuestas gastronómicas y la conducción del evento estuvo a cargo de Marina Barrionuevo y Guillermo Olearte. Entre homenajes y reconocimientos, cada artista y ballet que pisó el escenario de forma desinteresada, lo hizo con la certeza de ser parte de algo más grande.
La Orquesta Típica de Tango Infanto Juvenil de Cañadón Seco abrió el telón, llenando el ambiente de nostalgias y promesas. Le siguieron las melodías de Voces del Viento y la dulzura de Camila Pintos, mientras el baile tomaba vida con la gracia de E.D.HU.C.AR, la picardía de El Entrevero infantil y la fuerza de Garbos con su malambo.
Fabián Cortez trajo su música, y Refugio del Cañadón deslumbró con su danza y malambo, tejiendo en cada movimiento la historia de estas tierras. La voz de Hugo Mayorga y Sergio Miranda, integrantes de Ecos del Golfo, resonó con la pasión que solo el folclore sabe entregar. El malambo de El Entrevero volvió a encender el escenario, preparando el espíritu para la elegancia y madurez del Ballet Raíces.
A medianoche hizo uso de la palabra el secretario general de la comisión de fomento ingeniero Carlos Lisoni y se entonaron las estrofas del Himno Nacional interpretado con majestuosidad por la Orquesta Típica de Cañadón Seco.
Tras ello, todo el equipo de trabajo de la comuna subió al escenario para presentarse y hacer entrega de una réplica del Cristo de los Obreros al locutor Guillermo Olearte. La velada continuó con una nueva presentación de El Entrevero, para luego actuar el Grupo Culpables y el Ballet Nuevos Vientos.
De esta manera, la Velada Patriótica fue mucho más que un evento; fue un acto de amor, un testimonio viviente de cómo la pasión de un líder puede trascender, convirtiendo una noche en una gran jornada y fiesta cultural que honra el pasado mientras abraza el futuro con esperanza. El sol del 25, al asomar, encontró una comunidad unida, con el corazón lleno de música, danza y el eterno recuerdo de Jorge Soloaga.
Fuente: Comuna de Cañadón Seco