En noviembre de 2017 había sido condenado por cuatro delitos a ocho meses de prisión de cumplimiento efectivo.
El hombre de 29 años cumplía la pena en un calabozo de la Seccional Séptima, y en una salida transitoria no regresó al lugar de detención. Pasaron los meses y el juez de Ejecución Penal, Mariano Nicosia, ordenó su captura.
El oficial Patricio Rojas se hizo cargo del caso y confirmó que el buscado estaba en un domicilio de las calles Los Perales y 12 de Octubre. Después de una paciente vigilancia que demandó varias horas, Gallardo fue detenido a las 10:45 cuando se retiraba de una vivienda.
En noviembre de 2017 el juez Miguel Caviglia lo condenó en un juicio abreviado a ocho meses de prisión de cumplimiento efectivo, luego de que la pena fuera convenida por el Ministerio Público Fiscal y por la Defensa Pública que representó al imputado.
En este nuevo juicio abreviado al que llegaron las partes, a Gallardo se le juntaron cuatro causas por distintos hechos de tentativa de robo, robo simple y encubrimiento.
La fiscal Cecilia Codina, ante la condena que ya tenía en su haber Gallardo, solicitó la declaración de reincidencia a la que Caviglia hizo lugar. En junio de 2012, Gallardo ya había sido condenado a la pena de 4 años de prisión de efectivo cumplimiento por cuatro delitos, entre ellos un homicidio en agresión.
En esa ocasión, Gallardo fue condenado por una tentativa de homicidio que sufrió Joaquín Buscemi, el 18 de marzo del 2012 en el barrio San Martín y por otras tres causas que tenía pendientes con la Justicia: el homicidio en agresión de Brian Henríquez –cometido el 22 de abril del 2010- y dos causas de atentado con resistencia a la autoridad.
En estas últimas, durante 2011, había sido beneficiado con suspensiones de juicio a prueba, pero le fueron revocados. Una pena de cuatro años arrojó el cómputo realizado por las partes que elaboraron ese acuerdo y el imputado también aceptó el cumplimiento de dicha pena.