Adrián Buitrón fue condenado a siete años de prisión este martes, tras haber sido declarado culpable del delito de "abuso sexual simple en tres hechos en concurso real", contra las amigas de su hija entre noviembre de 2019 y agosto de 2020.
El hombre de 55 años manoseó a las jóvenes y se masturbó frente a ellas cuando se quedaron a dormir en distintas pijamadas que se llevaron a cabo en su casa, ubicada en la localidad de Nicanor Otamendi, ubicada a unos 40 kilómetros de Mar del Plata.
La investigación comenzó gracias a la intervención de la escuela a la que concurrían las jóvenes. Cuando una de las adolescentes le contó lo sucedido a una profesora, quien luego puso en conocimiento a las autoridades de la escuela, y éstas se reunieron con los padres para que hicieran la denuncia correspondiente.
Tras la instrucción y el juicio, los jueces Paula Soulé, Ricardo Perdichizzi y Fabián Riquert dieron por probado los abusos y ordenaron la inmediata detención del hombre, quien había llegado en libertad a la sede de tribunales, donde se dictó la sentencia. Poco después fue trasladado a la Unidad Penal Nº 44 de Batán.
Entre los agravantes, los magistrados consideraron la extensión del daño causado, el aprovechamiento del estado de indefensión y vínculo que tenía con las menores, la asimetría de poder y de conocimiento “dado por alguien que hizo abuso de confianza del vínculo que los unía con las niñas y sus familias”.