Estrenan la "capsula suicida" en Suiza y la primera muerte generó polémica

La Justicia de Suiza inició una investigación y hubo detenciones. Afirman que no es totalmente legal. Cómo funciona la máquina.

Suiza, un país conocido por su postura abierta frente a la eutanasia, ha desatado un nuevo debate con el lanzamiento de la "cápsula suicida" Sarco, un dispositivo que permite una muerte asistida de manera rápida, indolora y con la promesa de ser un procedimiento controlado por el propio usuario.

Sin embargo, tras la primera muerte registrada con el uso de esta cápsula, se desencadenó un debate en Suiza sobre la legalidad de este instrumento.

Si bien hay un fuerte apoyo de aquellos que ven en esta tecnología una evolución lógica del derecho a morir con dignidad, también surgieron cuestionamientos legales, entre ellos el uso del nitrógeno.

Cómo funciona la cápsula suicida

Sarco fue inventada por el médico australiano y defensor de la eutanasia Philip Nitschke y el ingeniero holandés Alex Bannink, con el fin de que el propio paciente se provoque la muerte, sin requerir la participación activa de médicos.

El aparato consiste en una pequeña cabina en la que la persona que desea acabar con su vida debe acostarse y responder a una serie de preguntas para confirmar que comprende lo que está haciendo.

Luego, puede presionar un botón que libera nitrógeno en la cámara sellada. Entonces se supone que la persona se queda dormida y muere por asfixia en unos pocos minutos.

A diferencia de una dosis letal de pentobarbital sódico, el nitrógeno es de libre acceso en Suiza, donde la eutanasia está legalizada, y no necesita prescripción médica.

Sin embargo, algunos cantones, entre ellos el de Schaffhausen, advirtieron contra la libre funcionalidad de cápsula, al señalar que no hay una ley que regule abiertamente su uso.

Su creador la presenta como una opción para aquellos que padecen enfermedades terminales o condiciones insoportables, donde la muerte es vista como un alivio.

Quién fue la primera persona en usar la cápsula

"The Last Resort", un grupo que impulsa la eutanasia, informó que el lunes pasado se concretó la primera muerte asistida en la cápsula Sarco. E incluso difundió una foto del aparato utilizado.

Explicó que la persona que había tomado esa decisión era una mujer estadounidense de 64 con serios problemas físicos, a causa de una enfermedad que afectaba su sistema inmunológico.

La primera persona en usarla fue una estadounidense de 64 años

La doctora Florian Willet, copresidente de The Last Resort Association fue la única persona presente en el momento de la muerte. Según describió, la mujer falleció de forma “pacífico, rápida y digna".

El procedimiento tuvo lugar al aire libre, en un lugar arbolado de un refugio forestal privado en el cantón de Schaffhausen, cerca de la frontera entre Suiza y Alemania.

El inventor de Sarco, el doctor Philip Nitschke, dijo que estaba "complacido de que Sarco hubiera funcionado exactamente como había sido diseñado para hacer: es decir, proporcionar una muerte electiva, sin medicamentos y en paz en el momento que la persona elija".

Investigación judicial en Suiza

Al tomar conocimiento de la muerte de la mujer estadounidense con este método, la Justicia de Schaffhausen decidió intervenir e iniciar una investigación.

“La cápsula de suicidio fue confiscada y el cuerpo de la persona fallecida fue trasladado para una autopsia”, precisó la policía de ese cantón suizo.

Las autoridades confiscaron la cápsula y detuvieron a varias personas

El periódico holandés Volkskrant reportó que la policía detuvo, incluso, a varias personas vinculadas al episodio, sin dar mayores detalles.

El gobierno suizo debatió públicamente esta semana sobre el uso de la cápsula Sarco. La ministra del Interior, Elisabeth Baume-Schneider, afirmó que no se puede utilizar porque “no cumple la legislación en dos aspectos”.

En primer lugar, la cápsula no cumple los requisitos de la Ley de Seguridad de los Productos, que regula la seguridad de los productos comercializados con fines comerciales o profesionales.

En segundo lugar, el uso de nitrógeno con fines suicidas no cumple el objetivo de la Ley de Sustancias Químicas. Baume-Schneider también subrayó que el uso del nitrógeno es básicamente responsabilidad de los cantones.

La organización The Last Resort, en cambio, está convencida de la legalidad de la cápsula, y ahora está planeando utilizar una cápsula doble, para las parejas que deseen morir juntas.

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