“Es un secreto”, fue la advertencia que presuntamente le hicieron las tres maestras del Jardín de Infantes Nº 9 del barrio porteño de Palermo a sus alumnos de sala de cuatro para que no contaran en sus casas el aberrante “juego” que los habrían obligado a practicar dentro de las instalaciones del colegio y por el que hoy afrontan ante la Justicia una grave acusación: abuso sexual. Sin embargo, uno de los nenes habló y a partir de ahí, destapó el escándalo que estremeció a toda la comunidad educativa.
Así al menos se desprende de la denuncia que hizo una madre del colegio ante la Comisaría 14-A de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, en la que contó varios detalles escalofriantes de lo que aparentemente sufrieron los chicos de la sala. Según indicaron fuentes oficiales a Infobae, la mujer reveló que el día anterior recibió un mensaje de WhatsApp de otra mamá del colegio, en el que le contaba básicamente que las docentes apuntadas hacían cantar a los alumnos y les proponían un baile donde los chicos se tenían que bajar los pantalones.
Al leer lo que pasaba, la denunciante le preguntó a su hijo en qué consistía el juego. Fue en ese momento que el nene le dio algunos datos más que luego ella misma revelaría ante la Policía debido a la gravedad de lo que estaba escuchando. De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, la madre -en su denuncia- relató que su hijo le dijo que “en la biblioteca del jardín” las tres maestras los hacían cantar y bailar en un juego, para luego obligarlos a “bajar el pantalón, el bóxer y la bombacha”.
QUE NO CONTARAN NADA A LOS PADRES
Según la versión de la mamá, el nene le hizo una demostración de cómo sería la actividad y además, le manifestó que a él las maestras le habrían tocado la espalda, los hombros, la cara y sus partes íntimas, "haciéndole mimos en su cuerpo”. Después de finalizado el juego, venía la advertencia para que no se filtrara lo que pasaba: “Es un secreto”, les dijeron.
La mujer recibió aquel mensaje de WhatsApp un viernes poco antes de las 19 y se acercó en horas de la tarde del día siguiente hasta la sede policial para hacer la denuncia. La investigación está a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 26, cuyo titular es el magistrado Ignacio Kirszenbaum, ante la Secretaría 155, de Sebastián Buisel Quintana. La calificación del expediente es por el delito de abuso sexual simple y por decisión de las autoridades porteñas, a las tres docentes apuntadas se les inició un sumario administrativo y fueron separadas de sus cargos mientras se averigua qué pasó. Hoy ya no dictan más clase en el jardín.
El Ministerio de Educación de la Ciudad informó a Infobae que la dirección del establecimiento educativo, en conjunto con el área de Supervisión y la cartera que dirige la ministra Soledad Acuña, mantienen reuniones con los padres para explicarles las acciones que lleva adelante el colegio luego de la denuncia y para brindarles contención. Participan de los encuentros la Dirección de Educación Inicial, la Gerencia de Equipos de Apoyo, el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
Por la cantidad de alumnos, son tres reuniones: por la mañana hablaron con las familias de sala de 4, desde el mediodía lo harán con las de sala de 3 y luego, por la tarde, con las de sala de 5.
En ese sentido, las fuentes señalaron que son varias ahora las denuncias que se originaron a partir del primer caso, aunque no se indicó el número total. El martes, durante la tarde, familiares realizaron un “ruidazo” y cortaron la calle frente a la institución para reclamar “que se clausure el colegio hasta que se investiguen todos los casos”.
ACUSAN A LA DIRECTORA
Desde la manifestación, Mariela, una de las madres que acudió a la Justicia y cuyo hijo asiste a ese curso, dijo ante los medios que hay “radicadas unas diez denuncias”. “Al principio no sabíamos si era una imaginación de los chicos, porque todos decían que había algo, pero que no podían contarlo porque era un secreto con la seño”, explicó sobre la situación frente a la cual los chicos “empezaron a manifestarse de diferentes maneras”.
La mujer contó que todo comenzó el miércoles, cuando “le comunicó una mamá una situación donde la maestra hacía un juego que no les gustaba a los chicos, lo que no le pareció nada normal”. Al respecto, agregó que “con el premio de darles helado o torta, hacían una ronda con una canción y los iban llevando hasta llegar a bajarse los pantalones y sacarse la ropa”.
Mariela fue más allá en su denuncia mediática y sostuvo que “la directora está involucrada”. “No puede ser que no haya visto nada, son tres docentes, hay una que supuestamente estaba con el teléfono (filmando), mientras los chicos bailaban, otros dicen que en la dirección la maestra les daba torta para facilitar los abusos”, agregó.
A su vez, se refirió a las ventanas de las aulas, que “estaban tapadas con cortinas, cartones, cajas y demás”, y a la biblioteca del jardín, “que tiene una tela que divide la misma sala al medio. Por eso hay cosas que nosotros le pedimos explicaciones a la directora, la cual no sabe qué decir”.