Jugadores del Valencia acusaron insulto racista de un rival y dejaron la cancha 

Ocurrió en el duelo ante el Cádiz, cuando se jugaban 29 minutos de la primera mitad y el marcador estaba 1-1. Mouctar Diakhaby apuntó directamente contra Juan Cala y sus compañeros lo apoyaron. El partido se reanudó media hora después.

Un insulto racista habría provocado la indignación del plantel del conjunto visitante, que tras no recibir apoyo de la terna arbitral se marchó del campo de juego rumbo a los vestuarios.

Todo explotó en el minuto 29 del primer tiempo cuando el conjunto local atacaba en búsqueda de su segundo tanto pero Mouctar Diakhaby, defensor del visitante, se desentendió de la acción y cruzó toda la cancha para ir en búsqueda de Juan Cala, uno de sus adversarios. Varios jugadores del conjunto amarillo frenaron al francés y se desató una discusión que obligó al árbitro a frenar el encuentro.

El árbitro catalán David Medié Jiménez amonestó al central francés con amarilla y también advirtió al defensa sevillano del Cádiz, tras lo que Diakhaby continuó dándole explicaciones al colegiado sobre lo ocurrido, hasta que todos los jugadores del Valencia decidieron irse.

Cerca de media hora más tarde, los jugadores del Valencia retornaron al terreno de juego del Ramón de Carranza, pero sin su central Mouctar Diakhaby. El árbitro les dio cinco minutos para que calienten, periodo que el visitante aprovechó para permitir el ingreso de Hugo Guillamón en lugar del zaguero galo.

Cuando la pelota volvió a rodar, el francés se colocó en las gradas y observó el encuentro desde allí, mientras que Cala aún seguía jugando. En el entretiempo, el técnico del Cádiz optó por reemplazar al español.

“El equipo se ha reunido y decide volver para luchar por el escudo, pero firme en la condena al racismo de todo el Valencia Club de Fútbol en todas sus formas. No al racismo”, afirmó el club en su cuenta de Twitter, que luego agregó: “El jugador, que ha recibido un insulto racista, ha pedido a sus compañeros que vuelvan al campo a luchar”.

Algo similar había sucedido en 2019 cuando el italiano Mario Balotelli fue objeto de gritos racistas y amenazó con abandonar el terreno de juego durante el partido entre el Hellas Verona y el Brescia por la Serie A italiana. Luego de una acción en el costado izquierdo del campo, el delantero tomó el balón con las manos y lo lanzó violentamente en dirección a los aficionados veroneses. Furioso, se llevó un dedo a las orejas, indicando que había escuchado algo, y a continuación se dirigió a los límites del terreno de juego y comenzó a caminar detrás del arco, como si quisiera abandonar el terreno de juego. Finalmente, sus compañeros lo convencieron de continuar.

También en diciembre de 2020, el partido entre el Paris Saint Germain y el Estambul Basaksehir fue suspendido a los 16 minutos del primer tiempo por un comentario racista del cuarto árbitro hacia un asistente del equipo turco. El encuentro que era válido por la sexta y última fecha del Grupo H de la Champions League se interrumpió abruptamente cuando todos los futbolistas abandonaron el campo de juego como medida espontánea que lucha contra la xenofobia y el racismo.

El término “negro” con el que el cuarto árbitro del choque en el Parque de los Príncipes, el rumano Sebastian Colescu, identificó al asistente técnico de Basaksehir Pierre Webo, motivó que los protagonistas de ambos equipos se marcharan, en repudio, a los vestuarios.

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