Caleta Olivia (agencia)
Los tres anteriores piquetes de esta semana habían sido protagonizados por choferes y personal de la empresa de colectivos Maxia SRL, pero el miércoles se dio por finalizado ese conflicto laboral luego de que cobraran gran parte de lo que les adeudaba la empresa y a partir de ayer se normalizó el servicio público de transporte urbano de pasajeros en Caleta Olivia.
El hecho de que el bloqueo de la ruta haya acelerado virtualmente los pagos de sueldos y adicionales al personal de la empresa transportista, hizo que los municipales la emularan ayer ya que “casi siempre, cuando se corta la ruta aparece la plata”, afirmó a El Patagónico una empleada de la comuna en medio del piquete de ayer.
El grupo de manifestantes se había autoconvocado a partir de las 11 en la plazoleta del Gorosito sin el consentimiento de la dirigencia del gremio que los agrupa, el SOEMCO, a la cual cuestionaron atribuyéndole ineficaces gestiones ante el Ejecutivo municipal para resolver la crónica demora en cobro de salarios.
En lo que respecta a los haberes de octubre, la comuna solo pudo cancelar los correspondientes a las categorías más bajas de escalafón, los módulos 1 y 2, además de los que comprenden a empleados que cumplen tareas docentes.
En consecuencia, aún resta completar los módulos 3 .4, 5, 6 y 7. La cantidad de empleados y obreros de planta permanente oscila en 3.500, a lo que hay que sumar otros 3.000 insertos en planes sociales y cooperativas.
Hasta ayer el intendente Facundo Prades ni ningún funcionario de su gabinete habían formulado declaraciones en torno a fecha de pagos y la única información “oficial” surgió del diputado Gerardo Terraz quien se encontraba en Río Gallegos. A través de programas informativos radiales indicó que era muy probable que hoy el Gobierno provincial girara fondos coparticipables para cancelar los sueldos.
DISCUSIONES
CON CAMIONEROS
Los ánimos de los municipales estaban sumamente caldeados, tanto como los de un grupo de camioneros que quedó inmovilizado en el sitio del piquete que se instaló a partir del mediodía y se extendió por dos horas.
Uno de los camioneros intercambió fuertes insultos con los manifestantes y por poco no se trenzó a trompadas con un trabajador de servicio de recolección de residuos, Eduardo “Bocha” Labado, pero primó la cordura ya el incidente pudo haber terminado en una batalla campal.
Los camioneros dijeron que comprendían de los reclamos laborales, pero que ellos necesitaban llegar a tiempo a sus destinos. Además, decidieron plantar contrapiquetes en ambos sentidos de circulación para que no pudieran pasar automóviles, obligando a los conductores de los mismos a dirigirse a zonas alejadas de la rotonda para ensamblar un camino de paso alternativo.
Finamente, a pesar de no tener respuestas a sus reclamos, el grupo de municipales dejó sin efecto el corte pocos minutos después de las 14, con la posibilidad abierta de retornar hoy al mismo sitio.